El Consejo Resolutivo de la Superintendencia de Casinos de Juego autorizó este lunes la solicitud de renuncia presentada por Enjoy al permiso de operación presentado por la sociedad Casino del Mar (Viña del Mar).
Esto, luego que el 6 de agosto esta misma instancia autorizara las peticiones similares presentadas por Enjoy para los permisos de las sociedades Casino de la Bahía (Coquimbo) y Casino del Lago (Pucón) y haya postergado la votación sobre Viña.
Con esta luz verde, Enjoy logró desistir y devolver los tres permisos de casinos de juego que se le adjudicaron en 2018, los cuales vencían en 2036 (Viña) y 2037 (Pucón y Coquimbo), y le generan grandes gastos debido a las millonarias ofertas económicas que presentó la firma en su minuto para poder obtenerlos.
La compañía aún debe pagar a los municipios por las ofertas económicas un importe anual garantizado por tres años. Por Viña del Mar Enjoy debe desembolsar UF 831.123, que equivale a casi $32 mil millones; por Coquimbo otros UF 481.501 lo que significa más de $18 mil millones; y en Pucón, entrega UF 121.000 o más de $4 mil millones.
Fue el decreto 803 el que les otorgó a las operadoras de casino este nuevo mecanismo de renuncia excepcional, el cual les obliga a administrar las plazas -con todas las obligaciones económicas, legales y reglamentarias que correspondan-, máximo tres años después de su aprobación, mientras se impulsa una nueva licitación.
Esta modalidad le permitirá a Enjoy dar continuidad operacional al casino de juego por tres años más y, por ende, mantener los puestos de trabajo. El personal de estos locales totaliza 1.110 trabajadores y trabajadoras.
En base a los ingresos brutos que generó el casino de Viña del Mar en 2024, se estima que el impacto fiscal y económico de la decisión del Consejo Resolutivo permitirá, durante el trienio, una recaudación superior a $ 65.459 millones. De ese total, $ 29.167 millones corresponden al impuesto al juego, $27.709 millones al IVA, y $8.582 millones al tributo por entrada.