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Alto contrasteLa Real Academia de la Lengua define "certeza" como el "conocimiento seguro y claro de algo". En lo que respecta a los mercados financieros, esta definición es clave, permitiendo una libre y eficiente circulación del dinero, menores asimetrías de información, mayor liquidez, correcta asignación de recursos, mayores inversiones, etc. Sobre este punto, quiero llevarlos a un tema más mundano, relacionado a las actividades comerciales de toda empresa que vende productos o servicios. Para todos es razonable considerar que cualquier comprador de bienes y servicios deba cumplir con el pago comprometido con su proveedor en caso que éste haya cumplido a satisfacción.
Sería ideal para todo proveedor que estos pagos se realicen en el menor plazo posible, disminuyendo sus requerimientos de capital de trabajo, pero por el otro lado, esta condición afecta de manera inversa al comprador, de tal manera que los plazos de pago deben responder a un justo equilibrio entre ambas partes, considerando sus ciclos productivos y condiciones de mercado. Sin duda que estos factores no se pueden fijar o suponer a priori, por ejemplo, determinando por la fuerza un plazo fijo de pago para toda adquisición.
Desde hace años que se viene escuchando los reclamos de las pymes sobre las condiciones de pago de las grandes empresas -lo que en muchos casos es justificado- así como sus solicitudes tendientes a fijar por ley un plazo de pago de 30 días en toda factura emitida por una pyme. Personalmente, no creo que sea la solución adecuada, y aquí vuelvo a la definición que usé para introducir esta columna. Los mercados financieros han avanzado y desarrollado muy rápido en las últimas décadas gracias a reducciones en los riesgos operativos y jurídicos de los instrumentos. Sin perjuicio que subyace el riesgo de insolvencia de los pagadores de cualquier título financiero, el aumento en los grados de certeza y seguridad operacional en la transacción, cesión y pago de cualquier instrumento regulado ha permitido un mercado financiero más eficiente y competitivo.
Mi propuesta para enfrentar los problemas de pago de las pymes y cualquier proveedor en general, va orientado a mejorar y acelerar la certeza jurídica de sus facturas, de manera que se transformen en un sólido instrumento de cobro que permita a sus emisores acceder rápido, sin limitaciones ni trabas a un mercado financiero dispuesto a proveerles de capital de manera competitiva y ágil, sin afectar el necesario equilibrio de capital de trabajo entre vendedores y compradores.
