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Alto contrasteDesconfianza. Lamentablemente ese es el concepto que se repite reiteradamente al analizar la percepción ciudadana hacia los líderes de los sectores público y privado en nuestro país. Diversas encuestas han demostrado a través de sus gráficos que la confianza de la sociedad hacia los empresarios, gobiernos y partidos políticos enfrenta un momento crítico que requiere de nuestra atención y preocupación.
Los casos de irregularidades que han salido a la luz en los últimos años -tanto de los sectores público como privado- evidencian faltas a la ética, vacíos institucionales y marcos regulatorios insuficientes para un país que demanda un "nuevo estándar" a sus líderes.
Pero lejos de apuntar a responsabilidades o análisis individuales, lo que se requiere es un esfuerzo conjunto de los diferentes actores involucrados que tenga por delante los intereses del país.
Es innegable que encasillar los problemas que enfrenta el país en un único responsable, ya sean las empresas, los organismos de gobierno o los partidos políticos, es absolutamente insuficiente.
Por ejemplo, lo que ocurre con el pago a proveedores, donde el sector privado tiene que seguir avanzando en implementar mecanismos que eviten malas prácticas por parte de empresas e individuos, pero que también se ha evidenciado que son un problema que afecta al sector público, -un ejemplo de ello es la abultada deuda hospitalaria - mermando fuertemente la confianza ciudadana hacia sus instituciones.
Los desafíos que enfrentan el empresariado y los organismos públicos son múltiples y, en general, son compartidos. La importancia de los Gobiernos Corporativos o Alta Dirección Pública, combatir el uso de información privilegiada, controlar los conflictos de interés, financiamiento de la política, fomentar la participación de la mujer en cargos de alta jerarquía, entre otros, son solo algunos de los ejemplos que muestran la necesidad de avanzar juntos en una agenda común, público-privada, que nos permita realizar los cambios que se demandan en los nuevos tiempos y recuperar la confianza ciudadana.
Desde la Sofofa manifestamos nuestra total disposición para trabajar en ese espíritu. Para quienes representamos la realidad del sector empresarial, que aporta diariamente con su producción al desarrollo y crecimiento nacional, resulta imprescindible profundizar los vínculos que colaboren con éxito en encontrar una solución a desafíos de la magnitud que se plantean. Hoy más que nunca se requiere un espíritu unitario y de la voluntad de avanzar en agendas conjuntas.
