Juan Eduardo Troncoso
Sin duda, el envejecimiento de la población es gran un desafío para el país. Los avances en salud y las mayores expectativas de vida plantean muchas interrogantes acerca de cómo mejorar las condiciones de la población laboralmente inactiva. La rentabilidad de los fondos de pensiones contribuye, pero pareciera no ser suficiente. Vale la pena detenerse en esta institución que podría mejorar la situación económica de los pensionados, particularmente de los propietarios de su vivienda.
En la búsqueda de opciones se ha comenzado a hablar de la mal llamada Hipoteca Revertida o Hipoteca Inversa. Mal llamada porque induce a confusiones al invertir los roles de acreedor y deudor en relación al crédito hipotecario. La Hipoteca Revertida consiste en convertir el valor de la propiedad del pensionado en una renta exenta de impuestos. Para ello él vende su inmueble a una institución financiera la que, junto con pagarle una renta periódica, le permite al propietario y a su cónyuge vivir ahí hasta su fallecimiento. Es importante destacar que este modelo ya existe en países como EEUU y España.
Evidentemente, el monto de la renta que recibirá el interesado estará relacionado con las expectativas de vida y el valor comercial del inmueble. Para asegurar al pensionado y/o su cónyuge la posesión tranquila y pacífica de la vivienda, el título bajo el cual ocuparían el inmueble podría ser el usufructo vitalicio. Esto trae la ventaja que, salvo acreditar el hecho del fallecimiento, no implica ningún trámite para que la institución financiera recupere la posesión material del inmueble. No es la única opción, pero abarata los costos operacionales.
No obstante, en Chile tenemos un tema cultural que juega en contra de esta institución: la arraigada idea de "dejar una herencia". Pero no es menos cierto que aquellas personas que durante su vida laboral se han esforzado para lograr su casa propia, al pensionarse puedan ver mejorada su situación económica. Al menos habría que ofrecerles la oportunidad de elegir. En algunos países se permite, incluso, que los herederos puedan comprar la vivienda pagando a la institución financiera lo que ésta le pagó al causante más los intereses, rescatando el efecto plusvalía.
En estos tiempos en los que se discuten fórmulas para mejorar las pensiones y hacer frente a las mayores expectativas de vida, no estaría mal contar con un producto nuevo que podría mejorar el poder adquisitivo y la condición de vida de un segmento de la población que crece a pasos agigantados.