Padre Hugo Tagle

¿Rechazo o apruebo?

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Por: Padre Hugo Tagle | Publicado: Lunes 9 de mayo de 2022 a las 04:00 hrs.
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Algunos convencionales insisten en que hay que esperar la propuesta constitucional final. Si tanto es así, dejemos que sea la “comisión de armonización” quien nos presente una propuesta. Pero no se trata de eso. Ya sabemos lo que vamos a votar en el plebiscito final.

En fin, llama la atención la gran cantidad de adjetivos usados para subrayar todo tipo de derechos. Más que un respeto a los derechos, se lee una suerte de tutela estatal que finalmente coarta las libertades ciudadanas. Se entiende la búsqueda de un Estado más involucrado en el bienestar de sus ciudadanos y mayor protección a los más débiles de la sociedad, pero el solo énfasis e insistencia en uno u otro punto, no asegura las libertades de los ciudadanos.

“El esfuerzo por visibilizar a los pueblos originarios pone el acento en la diferenciación y debilita la idea de un país o nación, que es de lo que trata una Constitución”.

El esfuerzo por visibilizar a los pueblos originarios pone el acento en la diferenciación y debilita la idea de un país o nación, que es justamente de lo que trata una Constitución. Ella debería fortalecer la unidad en la diversidad, y no una suerte de atomización y construcción de compartimientos estancos, independientes e incluso contrapuestos entre sí.

Lamentable que los constituyentes de los pueblos originarios casi terminen representándose a sí mismos, ya que sus propuestas se encuentran lejos de las necesidades de sus pueblos. Su inclusión pasa por cambios de real integración en la red social, comunitaria, de ciudades y gremios. La violencia de unos pocos, que subyuga a una mayoría amedrentada, deslegitima cualquier demanda, por justa que sea.

Sin duda hay aspectos que deben ser considerados en una próxima propuesta, si ésta es rechazada. Desde los temas medioambientales, ya muy elaborados en una nutrida legislación, hasta el fortalecimiento de las regiones. Esto último, lamentablemente, se hace a costa de aumentar la burocracia estatal y con ello un nuevo lastre para todos los chilenos.

Abundan otros aspectos preocupantes, sobre todo el debilitamiento de las libertades personales. La descomedida inclusión de todo tipo de derechos ante débiles deberes ciudadanos, resulta fantasiosa y será fuente de frustraciones.

Muchas de las “novedades” del proyecto constitucional pueden encontrar espacio en la actual carta o en otra que se elabore. En efecto, cualquiera sea la elección soberana del pueblo, pareciera que hay un largo camino por recorrer antes de encontrar una Constitución que sí sea “casa de todos”.

El ejercicio realizado no ha sido en vano. La convención debería hacer una buena autocrítica e incluso ellos mismos presentar una alternativa de trabajo, que incluya buena parte de lo elaborado.

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