Stock options: combustible para escalar empresas medianas
TOMÁS SÁNCHEZ VALENZUELA Socio de Valoriza
Imagínese que cada decisión de un ejecutivo de una empresa mediana le duela o motive tanto, como a sus dueños. Eso logran los planes de stock options bien diseñados: convierten ejecutivos en socios, fortaleciendo la productividad, retorno y resiliencia de la empresa.
La evidencia es contundente. Un metaanálisis con más de 100 estudios y casi 57 mil empresas involucradas, muestra que la propiedad accionaria de empleados impacta positivamente el desempeño financiero. Más aún, dos tercios de los estudios revisados reportan mejoras claras en utilidades y flujos de caja operativos, y solo un décimo muestra relaciones negativas.
“En un mercado laboral híper competitivo y con capital cada vez más selectivo, convertir a los líderes en socios es una forma eficiente y efectiva de comprar crecimiento”.
Cuando la remuneración variable depende del valor de las acciones, los ejecutivos adoptan el horizonte del dueño, evalúan proyectos con una genuina mirada de largo plazo, tienen incentivos a fortalecer el gobierno corporativo y a construir procesos resilientes. Esto reduce la dependencia crítica de personas específicas, minimizando el llamado key-person risk, costoso y frecuente en empresas medianas.
Sin embargo, implementar un plan efectivo no es trivial: implica resolver la cuadratura del círculo. Primero, que los accionistas originales cedan participación porque confían en que un porcentaje menor valdrá más que el total actual. Segundo, las acciones deben ofrecerse a un precio accesible, es decir, que bonos y repartos de utilidades tengan una magnitud tal, que hagan factible la suscripción de acciones y que esa oferta no sea solo teórica. Tercero, la propuesta de inversión a los ejecutivos debe ser atractiva, con un retorno potencial significativamente superior a otras alternativas del mercado con menor riesgo y mejor diversificación.
Además, existen decenas de normas y factores prácticos importantes que definir: el período mínimo antes de suscribir acciones, cuánto tiempo debe pasar antes de poder venderlas, cláusulas claras sobre salidas voluntarias o despidos, garantías de liquidez y cláusulas anti-dilución. Un reglamento bien diseñado es clave para evitar que lo que debería ser un incentivo se transforme en un enredo poco atractivo.
Por último, está la decisión sobre quién participa del plan. Partir por la plana gerencial con un número acotado de ejecutivos, suele ser lo más recomendable para consolidar el mecanismo y construir una cultura acorde, antes de expandirlo eventualmente hacia mandos medios con potencial, e incluso, toda la organización.
Escalar empresas medianas y que ellas se transformen en grandes compañías, es un desafío que tiene en el centro la atracción y retención de talento, tanto como la consolidación de gobiernos corporativos, la profesionalización de procesos y disminuir la dependencia de sus fundadores. Disminuir el riesgo de esas corporaciones nacientes pasa por alinear y eficientar organizaciones para que sean capaces de operar a gran escala.
En un mercado laboral híper competitivo y con capital cada vez más selectivo, convertir a los líderes en socios es una forma eficiente y efectiva de comprar crecimiento. Y, como accionista original, ceder participación para construir una empresa mucho más valiosa siempre será un excelente negocio.