Debate educacional y señales políticas

Una nueva jornada de movilización estudiantil de mermada convocatoria es la que se vivió al cierre de la semana pasada. Estimaciones oficiales cifraron en cerca de 5.000 los participantes de la marcha autorizada en Santiago, evento que al derivar rápidamente en vandalismo y enfrentamientos, vio decaer aún más la presencia de manifestantes, estimándose que sólo unos 2.000 culminaron el circuito. Como en jornadas anteriores, de ideas, propuestas y diálogo la movilización tuvo poco y nada, y lo que quedó en la retina de quienes conocieron los acontecimientos a través de las noticias son barricadas, bombas molotov arrojadas sobre vehículos policiales, y manifestantes y policías heridos.



De esta forma, un movimiento inspirado en la noble causa de promover perfeccionamientos en el ámbito educacional, despliega al día siguiente de la ley que rebaja la tasa de interés del Crédito con Aval del Estado (CAE) desde un 6% a un 2% un espectáculo cargado de violencia que a estas alturas no contribuye a lograr mayores avances. En especial porque ya son varias las reformas que se han instrumentado y las que están progresando fruto del debate democrático que se desarrolla en los espacios que la organización política y social del país contempla.

Es de esperar que estas instancias consoliden sin demoras los avances en que se están gestando consensos. Es de esperar que la violencia pierda protagonismo, y que ojalá desaparezca, de manera que las recientes imágenes de enfrentamientos no vuelvan a verificarse. Y es de esperar que en caso contrario las autoridades y la sociedad respalden de manera clara el proceder de las instituciones llamadas a velar por el orden.