Retiros del fondo de pensiones: ventana riesgosa

travesamos una compleja situación cuyos efectos económicos corresponden a un fuerte shock de oferta y demanda en forma simultánea, traducido en una caída de la producción y, por ende, de los ingresos. Lo complejo de este shock, si no se hace nada a nivel de políticas macro, es que se retroalimenta, pues al caer la producción y los ingresos, cae el consumo, lo que genera un descenso adicional de la producción y los ingresos.

Este círculo vicioso es el que debe evitar el mix de política fiscal y monetaria, consistente básicamente en proveer ingresos y liquidez a un costo lo más bajo posible, para mantener el flujo circular de la economía operando.

¿Ayuda a resolver el problema un retiro anticipado del fondo de pensiones? La verdad es que sería una forma muy costosa y regresiva de proveer liquidez a las familias. Primero, los grupos más necesitados (los más de dos millones de ocupados informales) son también los que tienen menores saldos ahorrados, por lo que el alivio sería muy poco significativo. Segundo, sería una forma de crédito muy costosa. Los fondos han tenido, producto de la crisis, una importante pérdida de retornos. Liquidar un porcentaje es realizar la pérdida, que probablemente se recuperará una vez pasada la emergencia. Tercero, uno de los problemas más serios en Chile son las bajas pensiones, y obtener liquidez por la vía de los ahorros previsionales agrava ese problema. Cuarto, la medida tiene un impacto fiscal no menor, por cuanto el pilar solidario debería hacerse cargo de financiar montos superiores de pensiones, y ocurriría lo mismo con el eventual pilar de reparto que se quiere crear.

Otro costo, incluso mayor que los anteriores, es el impacto político de la medida, como pudimos ver en estos días. Menos de una semana después de que una AFP propusiera retirar un 5% del fondo, un grupo de parlamentarios presentó una moción para duplicarla. Casi con seguridad, abrir esa ventana implicaría, a poco andar, el fin del sistema de capitalización.