Fin de la convención:
El día lunes recién pasado se dio por finalizado el trabajo de la Convención Constituyente, y con ello esta fue disuelta. Contrario a los temores existentes en los días previos a la ceremonia del cierre, el acto se llevó a cabo con los mayores niveles de civismo, y con esto se pudo dar por finalizado el trabajo realizado por los 154 convencionales que dieron vida a la propuesta de nueva constitución. Con este hito, comienzan los preparativos para el período de campaña de cara al plebiscito del 4 de septiembre.
Según lo definido por el Servicio Electoral, el plazo para inscribirse para ser parte de la campaña y poder recibir aportes se cerró el día jueves 7 de julio. El período de propagando comenzó el miércoles 6 y finaliza el 1 de septiembre.
Uno de los desafíos durante este período será la posibilidad de separar la propuesta de nueva constitución de quienes la redactaron, considerando a su vez las criticas que algunos han recibido. De hecho, en la última encuesta publicada por Espacio Público e IPSOS “¿Cómo vemos el proceso constituyente?” fue posible reconocer, una vez más, la distancia entre lo que las personas querían ver en los convencionales y lo que constatan que terminó sucediendo. En esto último, la brecha entre el ánimo para llegar a acuerdos y la disponibilidad real ha evidenciando un deseo no cumplido por parte de los convencionales. Con todo, hay un desafío enorme de parte de la ciudadanía para buscar información veraz, que se haga cargo de la complejidad de la discusión y que no entregue respuestas simplificadoras. Por lo mismo mi invitación es a desconfiar de juicios totalizantes, que no reconocen los riesgos, oportunidades, y las opciones de continuar discutiendo ciertas dimensiones.
La carta del ex-presidente Lagos
Una de las opiniones que más expectación había generado en la elite durante las últimas semanas es la del ex presidente Ricardo Lagos, quien al día siguiente de terminado el trabajo de la convención publicó una carta con sus reflexiones. Su carta es clara en no adoptar ninguna preferencia, ni por el apruebo ni por el rechazo, sin embargo, establece un itinerario para ambos caminos. Diversos actores en el debate público han buscado interpretar su carta, intentando con ello reforzar la postura propia. Sin embargo, lo que pareciera hacer Lagos, y que luego refuerza en la entrevista realizada por la periodista Paula Escobar en CNN, es presionar para que se concrete la agenda de mejoras que debiera tener la propuesta de nueva constitución o de cambios con la constitución antigua (como ha señalado la derecha). Lo anterior puede ser una estrategia muy interesante considerando que la preferencia de voto ha terminado dando espacio para aquellos que quieren aprobar y reformar o rechazar y reformar. Lo que ha ido tomando cada vez más forma, es que la propuesta de nueva constitución es el inicio de un proceso de largas discusiones, y esperamos que también de acuerdos, que deberá vivir nuestro país, en ningún caso es el fin de este camino.
La credibilidad de reforma que muestren los distintos sectores puede ser un factor muy relevante. Pese a esto, no se puede desconocer que la abstención del ex presidente frente a la opción del apruebo es algo que ha remecido a su propia familia; el mundo progresista.
Reforma tributaria
El viernes de la semana pasada el ministro de Hacienda Mario Marcel presentó las grandes líneas que tendrá la reforma tributaria, y durante esta semana fue posible conocer más detalles con el ingreso del proyecto de ley al Congreso. El gobierno del Presidente Boric había reiterado desde su inicio que la primera gran reforma sería esta, considerando que en la posibilidad de aumentar la recaudación tributaria descansa la oportunidad de realizar cambios en otras materias que requerirán financiamiento. La recepción ha sido bastante positiva, y pareciera que pese a todo se ha ido asentando de forma transversal la necesidad de que Chile aumente su carga tributaria. Uno de los argumentos más usados los últimos días para criticar esta reforma es que no sería momento, considerando la inflación. Sin embargo, es muy importante que el gobierno y los actores políticos se hagan cargo de problemas urgentes (como la inflación) y al mismo tiempo trabajen intensamente por afrontar desafíos que nuestro país no ha logrado resolver por mucho tiempo. Los últimos años nos han demostrado de una manera muy dura lo costoso que es no hacerse cargo de los desafíos a tiempo, y es de esperar que la disposición para esta reforma tributaria sea la de llegar acuerdos; esta es la única forma de poder abrirnos a nuevas discusiones que no pueden esperar más.
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