El hombre vanguardista que escandalizó a la elite chilena con sus publicaciones en la revista Paula, reconocido fotógrafo de pantalones con grandes bolsillos y poleras de algodón, y quien se consideraba a sí mismo como "bueno para los negocios", ha dado un paso al costado en la administración de sus bienes. El 2013 ya comentaba a revista Capital que arrastraba varios problemas de salud. Hoy, siete años después, según consta en los registros del Poder Judicial, sus hijas Alexandra Edwards Bomchil (57), Paula Edwards Gallo (50), y María Edwards Eluchans (33) -una hija de cada matrimonio- serán las guardadoras del patrimonio de su padre y que está compuesto por instrumentos financieros como acciones de algunas sociedades y fondos de inversión e inmuebles, entre otros activos.
A principios de abril, los seis hijos hicieron movimientos societarios con el fin de concentrar los negocios que manejaba su padre a través de la inmobiliaria Losiram, que se dedica principalmente al arriendo de inmuebles, entre éstos algunos edificios en Providencia, departamentos, y algunos paños de terrenos.
Los herederos del menor de los Edwards Eastman transformaron inmobliaria Losiram desde una sociedad de responsabilidad limitada a una por acciones, en la que cada uno de los hermanos quedó con cerca de un 16,6% del negocio.
Paula y Alexandra Edwards manejarán junto a sus hermanos los negocios inmobilliarios de su padre.
Según consta en los registro del poder judicial, el 27 de septiembre del año pasado, los seis hijos de Edwards, de común acuerdo, concurrieron a tribunales para tomar el control de los negocios de su padre, con el fin de poder hacerse cargo de su patrimonio. Los abogados que llevaron el caso fueron Andrés Correa e Ignacio Riveros, ambos del estudio Eluchans.
El Clan
Los otros hijos de Roberto Edwards son Marisol Edwards Bomchil (60), Roberto Edwards Gallo (53), descrito como banquero y domiciliado en Estados Unidos y Josefina Edwards Eluchans (31), ingeniero comercial. Todos estuvieron de acuerdo con la decisión de que las tres hermanas mayores manejaran los negocios de su padre.
El proceso, que se llevó en el 21 Juzgado Civil de Santiago se cerró a mediados de abril, quedando las hijas representantes de cada una de las lineas familiares, Alexandra -bióloga y fotógrafa-, Paula -diseñadora- y María -ingeniera comercial- como curadoras definitivas del patrimonio. De hecho, una de sus hijas vive en un departamento contiguo al de su padre, en el mismo edificio de Eliodoro Yáñez en Providencia.
En la solicitud de interdicción, los hijos de Edwards aclaran que lo hacen con el fin de poder "administrar sus activos de manera eficiente", destacando que éstos podrán permitir a su padre acceder a un equipo humano, tecnológico y de infraestructura "necesarios para brindarle todos los cuidados que su estado físico y mental requieren". Es la administración eficiente de estos bienes, lo que permitirá solventar los gastos del patriarca, según dicta el documento.
Durante la tramitación de la solicitud de interdicción, la familia Edwards tuvo también que enfrentar las dificultades del estallido social, que obligaron a postergar varias veces algunas diligencias, debido a que en la zona de Eliodoro Yáñez, también se registraron protestas y enfrentamientos entre manifestantes y la policía. De hecho, recién en diciembre del año pasado, luego de reagendar varias veces debido a la situación del país, se citó a las partes a oír sentencia.
Diario Financiero intentó comunicarse con la familia Edwards o sus abogados, pero hasta el cierre de esta edición, ello no fue posible.
Los negocios
Según los registros de sociedades, entre los negocios de Edwards Eastman figuran varias empresas del área inmobiliaria, principalmente dedicadas a las rentas. En su patrimonio figura un inmueble en Eliodoro Yáñez, cientos de metros cuadrados de oficinas y algunos paños.
Durante décadas, Edwards junto su descendencia compartieron la propiedad de las sociedad Los Nogales, que invirtió también en bolsa y en depósitos a plazos hasta ser disuelta en 2018, al igual que Inversiones Mobiliarias y Financieras CP Limitada con el fin de ir concentrando el patrimonio. La continuadora de todas las inversiones fue RE Producciones, firma vastamente conocida en el mundo cultural ya que es la editora de los libros de fotografía de Roberto Edwards como Cuerpos Pintados, entre otros. En esa sociedad, que él controlaba, sus hijos quedaron con participaciones similares.
Por eso, cuando el tribunal le entregó el manejo del patrimonio parental a los seis hijos del famoso fotógrafo e intelectual nacido en Londres en 1937, a finales de marzo, ellos transformaron sus sociedades anónimas de inversiones personales, a sociedades por acciones.
Cuando en 2013, en Capital le preguntaron a Edwards si era un gozador su respuesta fue "- Sí, gozo. Lo he pasado demasiado bien en la vida y la lista de personas y amistades con las que he gozado sería muy larga. Y al ser requerido sobre su habilidad en los negocios contestó: "Creo que soy bueno. De Lord Cochrane no me costó deshacerme porque empezó a irse para abajo, y era hora de terminar. Ya me gocé toda la plata que tenía, no me la farreé. He gozado el dinero para cosas que me gustan".
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