La economista agraria de la Universidad de Chile, Francine Brossard, es la nueva directora de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA). No es una desconocida en la entidad, participó en su creación hace 25 años y se quedó trabajando por 15 años, período en que impulsó el primer sistema de información para la pequeña agricultura y la creación de la Unidad de Información, una entidad especializada en la gestión de información y vigilancia estratégica en innovación agraria.
En los últimos 10 años ha sido consultora en temas de Tecnologías de la Información y Comunicación, TIC, Rural en organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, -FAO, su sigla en inglés-, el Banco Mundial y la Comisión Económica para América y el Caribe, Cepal. y ha asesorado a diversos países de la región y del África francófona.
“Lo único por lo que vamos a pelear en el mundo es por el agua y el alimento, tenemos que cuidar la pequeña agricultura”.
Hoy vuelve al Ministerio de Agricultura (Minagri), para encabezar FIA, una de las instituciones de la cartera, con un diagnóstico y prioridades claras. Se enfocará en abordar desde la innovación el déficit hídrico, los sistemas alimentarios sostenibles y en lograr que la tecnología llegue a los pequeños agricultores, para asegurar su sostenibilidad.
En este contexto, una de sus primeras acciones será la reinstalación de la Mesa TIC a partir de mayo próximo, una instancia que operó entre 2006 y 2011, la que estará liderada por Brossard, y en la que participarán representantes de todas las instituciones que dependen de la cartera de Agricultura -como FIA, la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias, Odepa, el Instituto de Desarrollo Agropecuario, Indap y el Centro de Información de Recursos Naturales, Ciren- la que busca construir una Agenda Ministerial en Tecnologías de Información para la pequeña agricultura.
“Hoy queremos nuevamente posicionar la Mesa TIC, donde el tema prioritario va a ser cómo entre todas las instituciones impulsamos las TIC, en primer lugar, para atender el déficit hídrico y también para apoyar el desarrollo, la productividad y la seguridad alimentaria de los pequeños agricultores”, afirma Brossard.
-¿Cuáles son los principales problemas que afectan a la pequeña agricultura y que se pueden abordar desde FIA?
-Los principales problemas son cómo mantenemos activa a la población rural joven, dado que el promedio de edad actual de los agricultores es de 60 años y están cansados; cómo adaptar sus productos al cambio climático; como tener alimentos sanos y de calidad, y agroecológicos y trazables y que los pequeños agricultores entiendan y apliquen economía circular.
-¿Qué rol van a jugar las TIC en su gestión?
- Estamos realizando un trabajo con otras instituciones a través las tecnologías de información, una línea nueva, que queremos incorporar a todo el tema de la eficiencia hídrica, a través de un uso más eficiente del riego. FIA cuenta con una batería de instrumentos digitales, como sensores de medición de humedad del suelo, captación de heladas, cultivos que son más resistentes, el tema es cómo esos instrumentos los aplicamos y los llevamos hacia la pequeña agricultura y eso es algo nuevo. Después de estos cuatro años de administración, quisiera lograr que la innovación llegue a la pequeña agricultura, porque muchos han criticado que esto no ocurre.
-¿Cómo se materializará?
-Vamos a retomar el trabajo de los 25 años que lleva la institución, identificar cuáles son los proyectos que pueden ser replicados en la pequeña agricultura, pero con un trabajo mancomunado con el Indap, dado que es la institución que tiene directa relación con este sector. La idea es aprovechar la batería de proyectos de innovación de FIA que ya ha sido madurada, evaluada y valorizada, para traspasarla hacia la pequeña agricultura. No va a ser todo y vamos a tener que evaluar qué tipo de instrumentos e innovaciones, hacia qué territorio, tipo de clima o suelo replicamos, es decir, todas las variantes tienen que ser tomadas en consideración.
Ya estamos empezando a tirar líneas y la idea es tener una cartera de proyectos replicables en la pequeña agricultura durante el segundo semestre de este año. La idea es trabajar lo más rápido posible, porque la información está, tenemos que recopilarla, ordenarla, coordinar con el Indap y definir la población objetivo y traspasarla.
Cambio limático y agua
-Expertos señalan que hay pequeños agricultores que están desapareciendo por la escasez hídrica y el impacto del cambio climático. ¿Cómo abordarán este tema?
-El año pasado FIA y Odepa hicieron un levantamiento de todas las cooperativas que existen en Chile, que son 316, de distintos tamaños. Vamos a trabajar con los dos grupos más grandes la UNAF (Unión Nacional de Agricultura Familiar) y CampoCoop, que en conjunto reúnen a 150 cooperativas, en una academia de cooperativismo para abordar temas como el rescate de la alimentación local, cómo hacemos recaptura y reciclaje de alimentos autóctonos, como levantamos patrimonio cultural, además de coordinar y organizar las necesidades de la pequeña agricultura, ellos mismos van a levantar las temáticas que le preocupan. También ver cómo vamos a lograr que los jóvenes rurales permanezcan en el campo, valorizar el trabajo de pueblos originarios y la expertise que tienen del agro gastronómico.
-¿Está en riesgo la seguridad alimentaria de Chile?
-El 80% de la agricultura de este país es de pequeños productores, y ellos son nuestra prioridad, porque son el alimento de Chile. El tema de la seguridad de la producción hay que abordarlo, porque hay zonas que ya son de catástrofe agrícola, Petorca, Cachapoal son ejemplos. Lo único por lo que vamos a pelear en el mundo es por el agua y el alimento, tenemos que cuidar la pequeña agricultura.
Nos enfocaremos en grupos objetivos para trabajar este tema, en los jóvenes rurales, en las mujeres que terminan quedándose solas en los campos y en los pueblos originarios. La pandemia llevó a muchos urbanos a instalarse en zonas rurales y por otro lado, a jóvenes que están volviendo a la naturaleza y están trabajando en el tema agroecológico. Hay todo un trabajo orientado a reencantar a los jóvenes, lo podemos hacer con la tecnología, tener jóvenes conectados, porque hoy el 40% de la agricultura en Chile no tiene conectividad y vamos a avanzar en esto.
-¿Cómo abordarán la adaptación al cambio climático?
-FIA cuenta con líneas de apoyo a la innovación de proyectos hídricos, en adaptación al cambio climático y de capacitación. Proyectos como el laboratorio del desierto, la adaptación de cultivos van a continuar y los vamos a reforzar con el apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, ellos están en consejo y aportan el 25% de nuestros recursos. Este ministerio cuenta con un Observatorio de Cambio Climático y nos van a sumar dentro de las instituciones participantes, lo que nos permitirá reforzar el trabajo de la red agroclimática.
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