En medio de las señales cada vez más claras de que la Democracia Cristiana (DC) llegará a la primera vuelta presidencial, poniendo fin a la Nueva Mayoría, la mesa del PPD -desde la semana pasada sin abanderado- recibirá hoy a la directiva del Partido Socialista, que lidera el exvocero de gobierno, Álvaro Elizalde y cuya carta a La Moneda es el senador Alejandro Guillier.
El encuentro se produce en medio de una fuerte tensión, luego que la misma presidenta de la falange y carta del partido, senadora Carolina Goic, reconociera estar “convencida” de llegar a noviembre con su apuesta presidencial.
Ante ello, el resto de los titulares del sector reiteró su llamado a preservar la unidad de una coalición de centro izquierda que pueda derrotar a la derecha, condicionando el tema presidencial a la definición parlamentaria.
El mismo titular del PPD y quien hoy será el anfitrión de la cita con el PS, Gonzalo Navarrete, recordó ayer que “la convicción del partido, desde que teníamos candidato es que esto se resuelva por primarias, si no es posible resolverlo por primarias, entonces será un acuerdo político que dice que tiene que haber un candidato presidencial para tener listas parlamentarias unidas, en una o dos listas, pero con un solo candidato presidencial”.
El otrora alcalde también acusó que “la primera vuelta, desde el punto de vista del PPD no es un camino de unidad” y que como titular de la tiendahará “todas las conversaciones públicas y privadas para lograr tener un solo candidato presidencial que esté respaldado por una lista parlamentaria y que tenga claridad sobre las resoluciones desde el punto de vista de lo programático”.
Por lo mismo, junto con reiterar que en el PPD “no creemos que sea posible dos candidatos presidenciales con una lista de parlamentarios unificada, (porque) no hay ninguna manera de cuadrar eso”, Navarrete reconoció que “la Nueva Mayoría como la entendemos, efectivamente ya no sigue (...) hay una nueva realidad política”.
Acuerdos se construyen
El secretario general de la DC, Gonzalo Duarte, aclaró que si bien en el partido todas las opiniones son respetables, es la Junta Nacional (del 29 de abril) “la llamada a dar una dirección política” .
Sobre las condiciones surgidas desde los otros partidos de la coalición, advirtió que si bien en la DC están “abiertos a todas las alternativas posibles que el sistema político genera”, “habrá que conversar con los partidos si uno le puede poner condiciones al otro. O sea, uno responde por sus opiniones y decisiones, y no condiciona las de los otros, sino en el marco de un acuerdo, los acuerdos se construyen, no se imponen”.
Por último, desdramatizó que la DC llegue cuarto en la carrera presidencial, recordando que “la Falange surgió siendo cuarto, quinto y sexto, durante 30 años de su vida, no es algo que asusta a los democratacristianos” y que el “mayor riesgo es ser inconsecuente con nuestra concepción, no es perder una elección”.
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