Un nuevo compromiso asumió esta mañana la presidenta Michelle Bachelet, al anunciar un plan de descontaminación atmosférica para el transcurso de los años 2014-2018.
Durante la presentación de este plan, la mandataria recordó que en el país hay 10 millones de chilenos expuestos a concentraciones promedio anuales de material fino particulado fino (MP2,5) superior a la norma.
"Esto implica un gasto económico de US$ 670 millones anuales asociados a gastos médicos y pérdida de productividad laboral. Esta cifra podría aumentar a US$ 1.900 millones si se considera el perjuicio en bienestar social que aumenta en el riesgo de muerte", señaló la presidenta.
En esta línea, Bachelet explicó que la creación de estos nuevos planes incorporará un proceso de participación ciudadana, donde la comunidad involucrada podrá integrar el trabajo de estos sus opiniones respecto a las medidas propuestas.
Cabe destacar que el plan nacional de descontaminación atmosférica beneficiará a las comunas de Huasco, Puchuncacví y Quintero, Región Metropolitana, Curicó-Teno, Talca-Maule, Chillán-Chillán Viejo, Gran Concepción, Temuco-Padre Las Casas, Valdivia, Osorno y Coyhaique.
Plan de alertas ambientales y sanitarias
Frente a la continua contaminación en las ciudades del país, explicó la presidenta, se trabajará en una excepción sanitaria en las zonas donde hoy no hay plan de descontaminación, ni un plan de gestión de episodios críticos (GEC) como los que existen en Santiago y O'Higgins.
"Entre las regiones de Maule y Aysén aplicaremos planes de alerta ambiental, en coordinación con los ministerios de Medio Ambiente y Salud y por supuesto con las autoridades locales. Esto funcionará con un comité operativo regional encabezado por el Intendente quien decretará la alerta la alerta sanitaria", señaló la jefa de Estado.
Con esto se pretende paralizar industrias contaminantes, aumentar la fiscalización para el uso de leña húmeda o la suspención de clases de educación física, medidas que serán acompañadas con una estrategia de calefacción sustentable que van a desarrollar los ministerios de Vivienda y Energía.
"Se fomentará el uso de combustibles más limpios, de mejores estándares de construcción de las viviendas, entre otras iniciativas, de modo que también las viviendas sean más eficientes en términos energéticos", sostuvo Bachelet.
Además se generarán normas de certificación tanto en la calidad de leñas como de los calefactores, "es decir, comprometernos con un país más limpio, donde la calidad de vida de las personas también es un progreso", dijo la presidenta.
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