En un mes crucial para el proyecto de reforma laboral -marcado por constantes postergaciones en su despacho-, el gobierno no da su brazo a torcer. El cronograma de la cartera de Trabajo que contempla que el articulado sea aprobado por el Congreso antes del 31 de enero, aparece intacto pese a que el oficialismo esperaba votar la iniciativa en la Sala del Senado entre hoy y mañana.
Ayer, en el consejo de gabinete se ratificó la voluntad del gobierno de mantener el plazo autoimpuesto y no realizar ajustes a las fechas, aunque la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y desde el propio oficialismo ya proyectaban que el despacho del texto se concretaría a fines de marzo por la apretada agenda que tendrían los parlamentarios previo al receso estival.
Precisamente, la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, durante la mañana de ayer ya le había ratificado al presidente de la comisión de Trabajo del Senado, Juan Pablo Letelier, la mantención del calendario para la iniciativa, siendo el único ajuste el momento en que se votaría en la comisión de Hacienda, considerando que la instancia se encuentra trabajando prioritariamente en el proyecto de fortalecimiento de la democracia.
La idea que se baraja es que el proyecto laboral se comience a discutir hoy en la instancia para ser votado mañana. Así, el texto estaría en condiciones de ser votado en la Sala. “No se habló de ningún tipo de postergación. Y, como sabemos que los cálculos están hechos incluso para que vaya a comisión mixta, debiera aprobarse en enero. No veo cuál sería la razón (para postergaciones), porque sabemos cuál es la diferencia fundamental que existe que es una indicación y depende de la suerte que sufra ésta en el Senado en cómo vamos a actuar en la Cámara”, dice el diputado del PC, Guillermo Tellier. Mientras, el senador Alejandro Navarro asegura que los plazos dependerán en gran medida del “tenor de las indicaciones”.
Ajuste de la discordia
La maratónica sesión que logró despachar el proyecto desde la comisión de Trabajo a la de Hacienda del Senado en diciembre pasado, rechazó el perfeccionamiento del Ejecutivo que proponía que el empleador podría realizar “adecuaciones necesarias” en caso de huelga.
Este escenario incomodó al gobierno que, según fuentes ligadas a las negociaciones, buscaba dar aires de moderación para conseguir una tramitación expedita en un mes decisivo.
Aunque Rincón habría mostrado en privado su disposición de reponer la indicación desestimada por la instancia, lo cierto es que en los últimos días ha mostrado total hermetismo en cuanto a los ajustes que instalarían en la Sala.
Ayer, sin embargo, el jefe de las finanzas públicas, Rodrigo Valdés, habría informado en el tradicional almuerzo parlamentario que el gobierno ya había decidido reponer la polémica indicación que faculta al empleador a realizar “adecuaciones necesarias” en caso de huelga. Este ajuste, a juicio del mundo sindical y de buena parte de la Nueva Mayoría, abre decididamente las puertas al reemplazo interno.
Con todo, las cuentas del oficialismo apuntan a que irremediablemente habrá al menos ocho “descolgados” dentro de la NM en las futuras votaciones, como el DC Andrés Zaldívar y el PPD Eugenio Tuma.
El gobierno, además, está estudiando la constitucionalidad de sus normas para evitar un escenario adverso en el Tribunal Constitucional, en especial, en cuanto al apartado de extensión de beneficios que generaría la mayor atención de los personeros.
Agenda legislativa: Ejecutivo se prepara para el enero más activo desde 1990
"Mejorar el diálogo y la coordinación con la Nueva Mayoría". Esa fue la orden que la presidenta les dio ayer a sus ministros durante el primer consejo de gabinete de 2016, que se inició a las 7:45 de la mañana.
Al término del encuentro, que se extendió por más de dos horas y media en el palacio de La Moneda, el vocero de gobierno, Marcelo Díaz, explicó que la jefa de Estado les hizo hincapié en que "somos todos actores políticos, independientemente del cargo que ocupamos y por supuesto tenemos que contribuir desde nuestra posición a articular el esfuerzo con la coalición, con los parlamentarios, para poder cumplir con los objetivos propuestos".
Y, al parecer, fue bajo esa premisa que los ministros del comité político se reunieron más tarde con los timoneles de los partidos oficialistas, además de los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados.
Tras la cita el titular de esta última, Marco Antonio Núñez (PPD) explicó que por casi dos horas estuvieron analizando la necesidad de tramitar siete proyectos de ley prioritarios y que transformarán a enero de 2016 en el mes más intenso del punto de vista legislativo desde 1990. "Queremos despachar el proyecto de fortalecimiento de la democracia y el de partidos políticos. En cuanto a crecimiento y empleo la reforma laboral, la adecuación de la reforma tributaria y la de anticolusión. Y respecto de ciudadanía, la carrera docente en el contexto de la reforma educacional, además de la agenda corta de seguridad", precisó.
Pero esas no serán las únicas iniciativas que los diputados pretenden sacar adelante. Y es que, según explicó Núñez, este mes buscarán despachar el proyecto que despenaliza la interrupción del embarazo por tres causales. "Esperamos que la comisión de Constitución de la Cámara, despache de una vez por todas y después de más de tres meses de tramitación, el proyecto que despenaliza el aborto", dijo. Y agregó: "Espero que la decisión de que la Cámara de Diputados despache el proyecto de aborto sea real a partir del 15 de enero".
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