El presidente del directorio de LATAM Airlines, Mauricio Amaro, no se fue por las ramas a la hora de describir cómo fue el año pasado para la compañía en la carta a los accionistas en la memoria anual: “El 2015 fue el año más desafiante de la historia de LATAM”.
Razones no faltaron para definirlo de esa manera. “En prácticamente todos los mercados donde estamos presentes, las monedas locales se depreciaron, impactando nuestros ingresos así como los costos relacionados con la importación de insumos”, dijo.
A eso, se sumó la “gran crisis económica y política que atraviesa Brasil, nuestro mayor mercado (...). El país enfrentó la mayor recesión de su historia moderna”, sostuvo Amaro.
Todas estas condiciones adversas llevaron a LATAM Airlines a tener pérdidas por US$ 219 millones durante el año pasado. Sin embargo, dijo que era importante destacar que la compañía cumplió con su estimación de margen operacional de 5% y que durante este año pretenden ampliar la “posición de liderazgo en Latinoamérica”.
Nueva marca
Por otro lado, Enrique Cueto, CEO del Grupo LATAM, también se dirigió a los accionistas. En una carta señaló que “estando ad portas de un gran hito, el lanzamiento de la nueva marca, seguimos convencidos que hemos diseñado la estrategia correcta para alcanzar nuestra aspiración que es posicionar a LATAM como una de las mejores aerolíneas del mundo”. El cambio de marca se verá progresivamente durante este semestre.
Este no es un tema menor para la aerolínea, en la memoria 2015, específicamente en el apartado “factores de riesgo”, la compañía explica que luego de la fusión en 2012, LAN y TAM han continuado operando con sus marcas originales y que este año LATAM Airlines Group comenzará la transición de LAN y TAM en una sola marca. Ambas aerolíneas “actualmente tienen diferentes proposiciones de valor, y no se puede asegurar que LATAM será capaz de transferir el total de valor de las marcas originales de LAN y TAM en una sola única marca” y agrega que “las dificultades de implementar la marca única pueden evitar que LATAM se consolide como el operador preferente y puede afectar adversamente su negocio y resultados de operaciones y el valor de mercado de sus ADSs y acciones comunes”.
Otras de las preocupaciones de la compañía para este año son los Juegos Olímpicos de Brasil. La empresa sostiene que este evento puede crear “desafíos operacionales y reducir el tráfico de pasajeros corporativos, afectando negativamente nuestro negocio” y agrega que la marca podría verse afectada “si no cumplen plenamente con los requerimientos de nuestros pasajeros” durante esos meses.
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