La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, está de regreso en su país tras participar en la cumbre de los BRICS en Nueva Delhi, y de inmediato se reunió con altos funcionarios de su gabinete y gremios de la industria en preparación del esperado anuncio de un nuevo plan de medidas de estímulo.
Fuentes del gobierno adelantaron bajo condición de anonimato que las medidas incluirán una mezcla de incentivos tributarios, recortes de impuestos por pago de salarios para industrias clave y alzas de aranceles en los sectores donde las importaciones están ganando participación de mercado.
El banco estatal de desarrollo BNDES también ampliaría su programa de préstamos subsidiados a más industrias, ofreciendo tasas de interés más bajas y períodos de pago más largos, informó el periódico brasileño O Estado de S. Paulo.
En total, el banco aumentaría sus préstamos subsidiados en 18 mil millones de reales (US$ 9.900 millones).
Rousseff se reunió ayer en el Palacio de Planalto con el ministro de Hacienda, Guido Mantega. Autoridades de esta cartera recibieron además a representantes del gremio automotor Anfavea para discutir un nuevo régimen para la industria. Previamente el gremio se ha quejado ante las autoridades de que sufre por los efectos de una “guerra cambiaria”.
Repunte económico
El sector manufacturero de Brasil creció en marzo por tercer mes consecutivo aunque a un ritmo menor, generando esperanzas de un repunte de la economía en 2012 luego de una serie de medidas de estímulo lanzadas por el gobierno, mostró el Índice de Gerentes de Compra (PMI) de Markit para Brasil. El índice bajó a 51,1 el mes pasado desde 51,4 en febrero. Con esto ha estado sobre la marca de 50, que separa crecimiento de contracción, por tres meses seguidos. Los nuevos pedidos, la producción y el empleo fueron los componentes que más crecieron.
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