La actividad económica en Brasil se contrajo por primera vez desde principios de 2009 durante el tercer trimestre a medida que un descenso en la inversión y un débil desempeño de las fábricas borraron el frágil crecimiento registrado anteriormente.
El Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE) informó ayer que el Producto Interno Bruto (PIB) se redujo 0,5% entre julio y septiembre respecto del trimestre anterior. Los analistas esperaban una caída de entre 0,2% y 0,3%. Respecto del mismo período un año antes, la economía creció 2,2%, por debajo de las estimaciones de los economistas encuestados por Bloomberg de 2,4%.
La inversión del sector privado retrocedió 2,2%, ya que los altos costos y la baja confianza empresarial desalentaron el gasto de capital.
Según Luciano Rostagno, estratega jefe de Banco Mizuho do Brasil, el declive revela que el gobierno estimuló artificialmente la economía y el impacto no fue duradero.
La administración de Dilma Rousseff “esperaba que al darles estímulos a sectores específicos la positiva confianza se extendería”, declaró a Bloomberg. “Claramente se puede ver que eso no ocurrió”, agregó.
La mayor caída en producción provino del rubro agrícola, que se encogió 3,5% tras el término de una gran cosecha.
En tanto, el sector manufacturero evidenció problemas para competir con las firmas extranjeras y más líneas de ensamblaje dejaron de funcionar porque algunas exenciones tributarias comenzaron a expirar. La producción industrial sólo aumentó 0,1%.
Incluso los servicios, que enfrentan menor competencia foránea, sólo se expandieron 0,1%.
Inflación impacta al consumo
El menor dinamismo de la sexta economía del mundo se da en medio de una alta inflación, que a mediados de noviembre se aceleró a 5,78%. La meta oficial es de 4,5% con un margen de dos puntos.
Es probable que la variación de los precios haya contenido el consumo de los hogares, que anotó un alza de 1%, tasa menor a la exhibida entre abril y junio.
Las ventas de retail se han desacelerado fuertemente en lo que va de 2013, con un crecimiento año sobre año que es casi la mitad del ritmo del año pasado. De hecho, el consumo de cerveza y las compras de vehículos están disminuyendo por primera vez en una década.
“El consumo de los hogares ya está en un nivel muy alto y no puede crecer más rápido”, comentó a Bloomberg André Perfeito, economista jefe de Gradual Investimentos. “El crédito se está volviendo caro para las familias. No podemos controlar la inflación y al mismo tiempo tener crecimiento. Todavía no hemos creado esa magia en Brasil”, añadió.
Recorte en proyecciones
El crecimiento por debajo de las expectativas ha provocado que los analistas rebajen sus pronósticos para este año y el próximo.
“El cuarto trimestre comenzó débil y el crecimiento este año debería ser más cercano a 2,2% o 2,3% en vez de 2,5% que habíamos previsto antes”, aseguró a Reuters Flavio Serrano, economista de Espirito Santo Investment Bank. “No fuimos capaces de expandirnos a pesar de varias medidas de estímulo económico… debido a un desequilibrio macroeconómico con poca producción y un montón de consumo”, acotó.
Una visión similar tiene David Rees. El economista de Capital Economics afirmó en un informe que el PIB se mantendrá débil por un “período prolongado” a medida que la economía alcanza los límites de su modelo de crecimiento liderado por el consumo, los apoyos externos parecen debilitarse y las condiciones económicas para respaldar un auge en la inversión no se desarrollan.
El analista estima que Brasil “tendrá dificultades para crecer más de 2,2%” en 2013 y 2014.
Por su parte, el ministro de Hacienda, Guido Mantega, manifestó ayer que el país está en un camino de expansión gradual y “es perfectamente posible alcanzar un alza de 2,5% este año”.
Política monetaria más flexible
La autoridad sostuvo que las subidas en las tasas de interés han afectado el desempeño de este año.
La semana pasada, el banco central elevó por sexta vez consecutiva la tasa Selic, ubicándola en 10%. Desde abril, el tipo ha visto un incremento de 275 puntos base.
Enestor dos Santos, economista principal para mercados emergentes de BBVA Research, cree que estos datos alivian la presión para que el ente siga aumentando la tasa.
“El banco central se preocupa del crecimiento y estas cifras muy negativas deberían afectar sus decisiones”, expresó a Bloomberg. Dos Santos prevé un sesgo hacia la flexibilización.
Revisan PIB de 2012 y primer semestre
Además de publicar el PIB del tercer trimestre, el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE) corrigió el crecimiento del año pasado. La agencia había informado que la economía se había expandido 0,9%, pero ahora estima que se aceleró 1%. La revisión se debió en parte a un cambio en la manera en que el IBGE calcula el crecimiento de los servicios.
Las cifras del primer y del segundo trimestre también fueron corregidas. El PIB se mantuvo plano entre enero y marzo (originalmente se había calculado un alza de 0,6%) y aumentó 1,8% en el segundo trimestre (inicialmente era una avance de 1,5%).
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