Por Catalina González Salazar
Tras el cambio de gabinete en el gobierno peruano el fin de semana, la atención se ha enfocado principalmente en el nuevo presidente del Consejo de Ministros y por tanto primer ministro, Óscar Valdés Dancuart, antiguo miembro del Ejército y gerente general de una serie de compañías, quien ahora tiene el desafío de aliviar los conflictos sociales que han cancelado varios proyectos en el país y borrar las críticas respecto a una “militarización” del gobierno de Ollanta Humala.
La renuncia de Salomón Lerner a sólo 135 días de haber jurado como primer ministro queda registrada como el premier que menos tiempo ha permanecido en el cargo desde 1980. ¿Cómo fue que un militar y empresario alcanzó la principal posición del gabinete de Perú?
Valdés, de 62 años, egresó de la Escuela Militar de Chorrillos en 1972, trabajando en la milicia hasta 1991. Es en medio de los ‘70 donde habría conocido al entonces militar y ahora presidente Humala, siendo su instructor en la Escuela.
Tras su retiro, el ahora premier se quedó en Tacna donde conoció a su esposa Martha De Col, hija del empresario Antonio De Col y dueño de Molinera Tacna, Minera De Col y Fide Tacna. Así es como Valdés comienza su carrera empresarial, administrando los negocios de su suegro hasta que tres años más tarde las compañías se fusionan para convertirse en la Corporación ADC, donde era el gerente general hasta ser nombrado Ministro del Interior del gobierno de Humala.
Sus vínculos con Chile
Además de su pasado militar, Valdés se destacó como representante del gremio empresarial, siendo el presidente de la Cámara de Comercio de Tacna, liderando también la Federación de Cámaras de Comercio del Sur y siendo secretario técnico de la Macro Región Sur. Fue así como incluso llegó a formar parte de las negociaciones con Chile para la ejecución del Tratado de 1929, como secretario técnico del Comité Patriótico de Tacna.
Desafíos futuros
Si bien el nuevo gabinete y el nombramiento de Valdés ha contado con el respaldo y la confianza de importantes organizaciones de Perú como la Asociación de Exportadores (Adex) y la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), tiene el duro desafío de recobrar el dinamismo de las inversiones privadas en medio de la molestia social por una serie de proyectos mineros, como el de Conga en Cajamarca, que se han complicado principalmente por temas medioambientales.
Por otro lado, el partido Perú Posible retiró su apoyo al gobierno tras los cambios realizados, con el ex mandatario Alejandro Toledo advirtiendo que no eran “partidarios ni de militarizar los conflictos sociales ni de la militarización del gobierno de Humala”. Con esto, se daría una nueva reorganización de las fuerzas en el Congreso peruano, obligando al gobierno a buscar nuevos aliados, que algunos anticipan podría incluso considerar al fujimorismo.
Resolución internacional
El recién nombrado primer ministro de Perú, Óscar Valdés, descartó que la salida de su predecesor haya estado relacionada con los conflictos en la industria minera y lo atribuyó a un problema de comunicación. Sin embargo, Valdés aseguró que se convocará a un peritaje internacional para resolver la viabilidad del proyecto Conga en Cajamarca. “El pueblo de Cajamarca merece salir de sus dudas razonables, y un peritaje internacional será imparcial”, aseguró Valdés.
Por otro lado, el nuevo ministro de Minería, Jorge Merino, advirtió que tienen que “precisar que el agua es primero para el desarrollo humano. Vamos a ser competitivos en el mundo atrayendo minería de primer nivel”. Además, la ministra de Desarrollo e Inclusión, Carolina Trivelli, junto al ministro de Transporte, Carlos Paredes, viajarán la próxima semana a la localidad para mantener el diálogo e impulsar los planes de desarrollo de ambas carteras.
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