Primera baja en gabinete de tecnócratas italiano por escándalo de corrupción

Carlo Malinconico, subsecretario de la presidencia de Italia, presentó ayer su renuncia al primer ministro Mario Monti. Su permanencia se hizo imposible luego de que el periódico Il Fatto Quotidiano publicara escuchas telefónicas en las que el empresario Francesco de Vito Piscicelli habla de la estadía de Malinconico en el lujoso hotel Il Pellicano, en la costa toscana.

El alojamiento, con un valor de 19.876 euros (US $25.000), fue costeado por Piscicelli y Angelo Balducci, ambos envueltos en un caso de corrupción ligado a concesiones de obras públicas para la producción de eventos, como la cumbre del G8, en 2009.

Durante esa época, Balducci era el presidente del Consejo de Obras Públicas y entregó fondos a Piscielli para la construcción de instalaciones en La Magdalena. Pero, debido al terremoto de L’Aquila, se cambió la sede a esa ciudad. En ese momento, el valor de la cumbre, incluyendo el traslado, llegó a los 500 millones de euros, fondo del cual fue descontada la estadía de Malinconico, que en ese entonces era secretario general en el gobierno de centro-izquierdista de Romano Prodi.

Balducci y Piscicelli actualmente cumplen condenas por cargos que van desde corrupción hasta prostitución.

Tras la renuncia de Malinconico, el premier Mario Monti valoró “su sentido de responsabilidad al anteponer los intereses del público antes que cualquier otra consideración”, pero destacó que su gobierno no aceptará conflictos de intereses.