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La Reforma Constitucional, el debate pendiente

En lo único que están de acuerdo el oficialismo y la oposición, es que debe haber un cambio en la Carta Magna. La diferencia está en la magnitud de esa transformación. Mientras los partidos de la Alianza y centros de estudios ligados a la centroderecha apuntan a perfeccionar el instrumento actual, pero sin alterar los contenidos gruesos, el oficialismo, en cambio, apuesta por una renovación profunda y por la redacción de una nueva Carta Fundamental acorde a los tiempos y a los cambios sociales. El plazo impuesto por La Moneda para iniciar la discusión de uno de los principales ejes de su programa es el segundo semestre de este año. Constitucionalistas de ambos sectores debaten respecto a qué aspectos deben ser considerados, los mecanismos que den forma a una nueva Constitución y los fundamentos de estos cambios. Por ahora, todos dicen estar a la espera de definiciones “más claras” de la presidenta Michelle Bachelet respecto al instrumento que se utilizará para comenzar a “debatir en profundidad y en serio”, un tema sobre el cual las únicas definiciones que existen son que se harán por medio de un mecanismo “democrático, institucional y participativo”. Por Claudia Betancourt

Por: | Publicado: Lunes 21 de abril de 2014 a las 05:00 hrs.
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"Lo más importante es eliminar las trampas constitucionales"
FERNANDO ATRIA, EX MIEMBRO DE LOS EQUIPOS DEL COMANDO:

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Tiene sentido discutir sobre la Constitución después de haber empezado los cambios tributarios y educacionales".

Nueva Constitución: "La Presidenta lo dijo claramente cuando era candidata, que no se necesitaba una reforma constitucional, si no una nueva Constitución. Y lo que tenía presente, o la idea que estaba detrás, es el intento frustrado de solucionar el problema constitucional que representó la reforma del 2005, que se presentó como que si fuera una nueva Constitución, en la que al fin se operaba el legado de la dictadura. Con la independencia de lo que uno piensa, en los hechos, no lo hizo porque todavía estamos discutiendo una nueva Constitución. En mi opinión, lo más importante, es eliminar las trampas constitucionales, hay reglas sobre aprobación de ley que exigen quórum injustificados cuya única finalidad es darle veto a la minoría de derecha, y hay un sistema de control de constitucionalidad que permite que el Tribunal Constitucional intervenga durante el proceso de formación de la ley de una manera inadecuada. Todo eso, hay que verlo". Mecanismo

"La discusión se hará relevante cuando haya una proposición del gobierno, una manera de proceder respecto a la reforma constitucional. Entonces, parte de la discusión, será si esa forma que el gobierno sugiera, va a estar a la altura de los propios criterios que el gobierno va a usar. Y se va a discutir, si esa forma sugerida -que no tengo idea cuál es-, será suficientemente democrática, participativa e institucional. En fin, hay mucho espacio para variaciones, la relevancia de eso, que cuando se sugiera una manera de proceder, los criterios han de ser evaluados. Respecto de los plazos, tiene sentido discutir sobre la Constitución después de haber empezado los cambios tributarios y educacionales. Pero uno podría decir, en teoría, que se debe comenzar de lo general a lo particular, y debería partir por la Constitución, pero en términos políticos creo que será en la discusión de temas tributarios y en el saber educacional que se empezarán a sentir los déficit del sistema constitucional vigentes y eso facilitará la discusión".

"Es malo que un Estado cuando no tiene imperativo jurídico ni político urgente reemplace a una Constitución"
ARTURO FERMANDOIS, ABOGADO Y EX EMBAJADOR EN EEUU:
La Asamblea Constituyente es una idea muy seductora, pero sería negativa para una nueva Constitución".

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Nueva Constitución: "Hay tres cosas que nos preocupan prioritariamente: algunas frases del programa de reforma constitucional sobre el control de la propiedad de los medios de comunicación, un posible deterioro de la autonomía del Banco Central (BC) y una posible jibarización del Tribunal Constitucional. El programa de la campaña de la presidenta Michelle Bachelet contenía frases preocupantes en esos tres temas, así como otros. Perfectamente podría resultar que el aterrizaje concreto de estas ideas no resulten, pero en principio, en cuanto a propósitos genéricos de la reforma, hay mérito para pensar en eso".

Mecanismo: "Nosotros favorecemos un procedimiento institucional entendiendo por tal uno que resguarde las reglas de juego y no uno que se las salte. El año pasado tuvimos una discusión en la Academia de si era posible convocar a un plebiscito al margen de las reglas establecidas eventualmente para ello. Creemos que ninguna ansiedad ni prioridad política justificaría saltarse las reglas vigentes para una reforma constitucional. Nosotros creemos que ésta debe discutirse en el Congreso, ahí están los representantes del pueblo.

La Asamblea Constituyente es una idea muy seductora, pero sería negativa para una nueva Constitución si se convoca al margen de las reglas institucionales. Somos partidarios no de una Asamblea Constituyente, sino de una evolución constitucional, un camino progresivo de perfeccionamiento de la Constitución a través de ajustes que pueden ser globales como ocurrió en 1989, 1991, 2005. Creemos que es malo que un Estado, cuando no tiene imperativo jurídico ni políticos urgentes para hacerlo, reemplace del todo a una Constitución. Esto afecta un valor muy preciado llamado estabilidad constitucional de Estado de derecho".

"Sería frustrante y un fracaso si hacen cambios y el ciudadano no se entera"
PATRICIO ZAPATA, CONSTITUCIONALISTA DC:
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Nueva Constitución: " El principal problema es que muchos chilenos no se sienten interpretados con las instituciones políticas, porque éstas no son lo suficientemente inclusivas. Si tuvieran un sistema electoral para elegir diputados y senadores, que permitiera que llegaran más mujeres al Congreso, más jóvenes, que permitiera más competencia; si tuvieran un sistema que reconociera a los pueblos indígenas, que le diera más peso a las regiones, habría más cercanía entre el país real y las instituciones. En el programa se identifican ciertos contenidos que podría tener un nueva Constitución, pero la clave es que tiene que hacerse de manera participativa. Pero tan importante como los contenidos puede ser el procedimiento. Sería frustrante, y no se cumpliría el programa, si se hicieran un conjunto de cambios y el ciudadano no se enterara de aquello. Eso sería un fracaso".

Mecanismo: "Hay varias posibilidades. Una, es que se haga sin necesidad de cambiar la Constitución, un proceso de consultas intensivo a nivel regional, y se involucre a mucha gente, como una etapa previa. Segundo, sentarse a conversar con los parlamentarios de derecha y proponerles un cambio a la Constitución. No se puede prescindir de ninguno de estos dos componentes. Quien diga que lo vamos hacer con el pueblo, plebiscito, referéndum, con Asamblea Constituyente y sin el Congreso, está ignorando el clarísimo tenor de la Constitución. Y quien diga que se hará sólo con el Congreso, sin consultar a ningún tipo de participación ciudadana, está arriesgando que esto no cumpla su propósito y nos frustremos. El talento de la ministra Ximena Rincón, la presidenta Michelle Bachelet y los partidos, va a consistir en combinar las dos cosas".

"Cualquier cambio a la Constitución, debe respetar las reglas de juego"
JOSÉ F. GARCÍA, COORDINADOR DE POLÍTICAS PÚBLICAS DEL LYD:

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Nueva Constitución: "Tenemos posiciones diferentes en la centroderecha. Existen muchos matices, y lo que estamos tratando es llegar a posiciones comunes. Pero hay dos cuestiones en que hay consenso. La primera, es que creemos que la Constitución actual ha sido fundamental para dar estabilidad constitucional y generar condiciones para que el país se haya desarrollado y prosperado. Ésta ha sido un aporte, pero obviamente es perfectible. Creemos en la evolución constitucional y hay aspectos que deben ser modificados; hay una serie de materias en que esta Constitución se quedó corta y requiere innovaciones profundas. Y, segundo, cualquier cambio a la Constitución debe darse en un marco que respete las reglas de juego".

Mecanismo: "No estamos de acuerdo, que mediante un decreto se pueda convocar a un plebiscito para cambiar la Constitución, y no estamos de acuerdo que la Presidenta convoque a un plebiscito. O que se pronuncie por una Asamblea Constituyente que no está establecida en la Constitución. Eso es una aventura extra constitucional. Distinto es, que se modifique y se incorporen elementos nuevos en el proceso de reforma constitucional, y eso obviamente habrá que adaptarse a los quórum de dos tercios de reforma que requieren los grandes acuerdos políticos, y ese es el camino institucional. Respecto a los plazos. Hay cierta sensatez de entender que un debate como la reforma constitucional- y a gran escala como se ha planteado- requiere de un proceso, requiere su tiempo; además de cierto debate ciudadano, para que no sea un show de consignas".

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