Mercados en Acción

EEUU vive su peor jornada bursátil desde 2011 y lidera caída global de las bolsas

Inversionistas temen que la normalización monetaria de la Fed y del BCE se acelere ante los positivos datos macroeconómicos. Ello generaría un encarecimiento de la deuda y menor liquidez en el mercado mundial.

Por: Ignacio Gallegos F. | Publicado: Martes 6 de febrero de 2018 a las 04:00 hrs.
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Durante veinte tensos minutos ayer, los principales indicadores bursátiles de Estados Unidos parecieron derrumbarse. Tras una fuerte caída el viernes, la baja se profundizaba pasadas las 3.00 pm en Nueva York, con el Dow Jones llegando a perder 6,3%, más de 1.500 puntos, mientras el S&P 500 retrocedía 4,3%.

Ambos indicadores se recuperaron antes del cierre, pero no lo suficiente para poner fin al temor de una corrección global, tras dos años de un avance imparable.

La negra jornada de Wall Street lideró una caída en las bolsas de todo el mundo. En Europa, el Euro Stoxx 600 anotó su sexto día consecutivo de caídas, registrando su peor nivel en doce semanas, antes de cerrar con una caída de 1,56%. En Asia, El Nikkei de Tokio perdió 2,55%, mientras que el Hang Seng de Hong Kong cayó 1,09%.

Los analistas de Wall Street se debatían sobre la causa de las bajas. Mientras algunos hablaron de un flash crash, en que el sistema electrónico acelera la caída de las acciones por la falta de demanda, otros apuntaban a la política monetaria: a medida que el crecimiento económico se acelera en el mundo desarrollado y la recuperación se hace más amplia, los bancos centrales podrían retirar los estímulos extraordinarios de la post-crisis más rápido de lo esperado. Ello encarecería los costos del endeudamiento y reduciría la liquidez global.

El jefe de inversiones de Commonwealth Financial, Brad McMillan, dijo a Reuters que la caída podría revertirse en el corto plazo por estar “relacionada a la confianza más que a los fundamentos económicos”. Para él, las bajas reflejan que el mercado toma nota de que la normalización monetaria “trae riesgos reales”.

Pero el jefe de Estrategia Global de JPMorgan, David Kelly, dijo a Bloomberg que esa narrativa podría estar equivocada. “Una explicación inexacta, pero aun así más plausible, es que los mercados tenían una corrección pendiente, tras un par de años notablemente plácidos”, sentenció.

Los ojos en la Fed

El movimiento en los mercados encuentra a la Reserva Federal de Estados Unidos con el recién asumido liderazgo de Jerome Powell, quien ayer juramentó como sucesor de Janet Yellen. Aunque no se espera que la conducción del banco gire drásticamente, el contexto del país le da argumentos para acelerar el retiro de los estímulos.

Un análisis de Reuters muestra que, en más de la mitad de los estados del país, el crecimiento del sueldo promedio a lo largo del año pasado se aceleró a más de 3%. Las alzas afectan a un rango amplio de industrias, desde las manufacturas hasta la tecnología y las ventas minoristas.

El alza en los salarios es el ingrediente faltante para que la Fed aumente el ritmo de la normalización monetaria. Ello podría dar espacio para que las empresas suben los precios, acercando la inflación a la meta del 2%. Todo mientras el desempleo en EEUU se mantiene en niveles récord cercanos al 4% y el crecimiento del PIB se aceleraría hasta más allá del 2,5% este año.

Hasta ahora, la Fed ha dicho que espera aumentar la tasa de interés tres veces este año, las mismas que el año pasado. Los analistas tienen pocas dudas de que el primero de esos movimientos llegará en la próxima reunión, del 21 de marzo.

Europa al alza

Mientras EEUU prepara el camino para la que será su sexta alza de tasas desde la crisis, el Banco Central Europeo aún no se decide a aplicar la primera, afectado por el bajo ritmo de la inflación.

Pero la entidad da más señales de que la idea está sobre la mesa. Ayer, el presidente del BCE, Mario Draghi, dijo que hay confianza creciente en que la variación de los precios llegará al nivel de la meta de 2% del banco en el mediano plazo.

En su audiencia anual ante el Parlamento Europeo, manifestó que “la economía de la zona euro se expande de manera robusta, con mayores índices de crecimiento de lo que habíamos esperado y bastante por encima del potencial”. Añadió que el impulso es “de base amplia”.

Pero agregó una advertencia: “aunque se ha fortalecido nuestra seguridad de que la inflación convergerá hacia nuestro objetivo por debajo, pero cercano, del 2%, aún no podemos declarar victoria”.

Su alerta se basa en el lento ritmo de los precios, que en enero crecieron apenas 1,3%. Según analistas de Bloomberg, este año el indicador promediaría un 1,5%, por lo que no se prevé que el BCE esté, aún, en posición de subir las tasas.

Sí podría anunciar el fin de su agresivo programa de alivio cuantitativo, con el que ha comprado bonos por más de 2,5 billones (millones de millones) de euros (US$ 3,17 billones).

En tanto, la macroeconomía europea sigue dando señales de buena salud. El índice compuesto de gerentes de compra (PMI, su sigla en inglés), publicado ayer por IHS Markit, mostró en enero su mejor nivel en más de once años, al anotar 58,8 puntos.

La caída en Asia

La jornada negra en las bolsas asiáticas se asoció a la reacción por los datos de Washington. El Banco de Japón (BoJ, su sigla en inglés), el más influyente de la región, aún enfrenta un panorama de inflación lenta, lo que no le permitirá retirar sus estímulos en el corto plazo. Las caídas de ayer pusieron fin a un enero récord, en que las bolsas de la región recibieron inversiones por US$ 7.900 millones.


Bitcoin cae 16% y se aleja cada vez más de su récord

€El valor del bitcoin anotó ayer su quinta jornada consecutiva de pérdidas, para ubicarse apenas por sobre de los US$ 7.000 por primera vez desde noviembre, tras llegar a perder 16,39% de su valor en la jornada. Con ello, la mayor divisa digital se alejó nuevamente del récord que anotó en diciembre, cuando su precio se encumbró hasta los US$ 19.511. Pero el bitcoin no fue la única criptomoneda que registró pérdidas ayer. Ripple, una de sus principales rivales, también retrocedió 17%, mientras otras, como Ethereum y Litecoin tuvieron sus propias caídas. El desplome del sector coincide con la baja en las bolsas mundiales, pero también con los anuncios de una serie de entidades bancarias que frenarán las compras de criptomonedas con sus tarjetas. Ayer, Lloyds Banking Group se sumó a esa lista, que ya integraban JPMorgan y Bank of America.

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