¿Adiós a las Big Four?
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Señora Directora:
El portazo que le dio China a las grandes auditoras conocidas como Big Four es sin duda un hito más hacia el posible adiós de Deloitte, PWC, KPMG e EY tal como las conocemos hoy. Pero no es el único.
Los recientes escándalos financieros como el de Wirecard en Alemania con pérdidas de 4.500 millones de euros, y las diversas regulaciones hacia este mercado, como la de Inglaterra, en donde se les exige a estas compañías de acá a 2024 separar sus líneas de negocio, reflejan el posible declive.
En esta línea, la bella época de las Big Four se desvanece, cuando su principal fue centrar el negocio en varios servicios que tienden a generar conflicto de interés. Con esto me refiero a que si una empresa que contrata a una auditora y la auditora ve que hay un gasto que puede perjudicar a uno de sus otros servicios que ofrece, esta simplemente puede omitir información.
Por lo mismo, siendo el servicio de auditoría la principal actividad de las cuatro grandes, coincido que esta debe separarse de la consultoría (según Statista 2/3 de su facturación provienen de otros servicios ajenos a la auditoría) para evitar potenciales conflictos de interés. Esto, a fin de que se frene la presión regulatoria y judicial en varios procesos abiertos en los últimos años y pueda volver el clima de estabilidad en el mundo corporativo actual.
Carlos Vargas Alencastre
CEO TPC Group
