¿Una nueva Michelle Bachelet?
Señor Director:
En relación a la ocupación de cargos públicos por parientes de ministros, senadores y diputados yo le diría al sr. Zamorano (carta publicada en la edición de ayer miércoles de Diario Financiero) que no es indebido que ellos los ocupen, ya que tienen derecho a trabajar en la administración pública al igual que el resto de los ciudadanos.
Lo importante es cómo y con qué preparación profesional acceden a esos cargos y las rentas que reciben. Dinastías completas instaladas en la administración del Estado y casos en que al término de un rally parlamentario fracasado logran posiciones decorativas con muy buen sueldo; o de inexpertos que dan "asesorías" a entidades estatales de alta complejidad, provocan inevitable suspicacia. Dos ejemplos recientes son los cuestionamientos al cargo que ocupó el hijo de la presidenta y el caso de la suegra del mismo. Sabido lo anterior, pareciera que habría que ampliar el margen de operación del Sistema de Alta Dirección Pública y que a diferencia de lo que el sr. Zamorano, con muy buena intención concluye, pienso que lo expresado en Europa es solamente "discurso".
Carlos Benavides Zavala
Apoyar a Carabineros
Señor Director:
Independiente de lo que se adhiera o no, a las legítimas aspiraciones o desacuerdos que se quieran manifestar en actos públicos masivos, ellos -no cabe duda- se deben hacer de acuerdo a los cauces legales que nos permite la Constitución, debidamente aprobados por la autoridad y en conocimiento de los objetivos planteados, aprobando el día, lugar, hora, etc.
Cualquiera que crea que en democracia se puede atropellar a la autoridad está irremediablemente equivocado; cualquiera que crea que en democracia se puede hacer lo que se quiera, dando lugar a la violencia, al pillaje, destrucción, etc., está aún más equivocado, pues estaríamos frente a un acto anárquico.
Entonces quienes se arriesgan en forma desafiante no pueden ni deben quejarse de las consecuencias del actuar de los organismos (Carabineros) encargados por ley de restaurar el orden y seguridad, de la inmensa mayoría que no protestamos, que respetamos la ley, que pagamos impuestos, que damos trabajo y que no exigimos nada, que nos interesa el bien propio, el bien común y un mejor país.
Propongo no hacerle el juego al desorden, y a la mediocridad, apoyemos a Carabineros, terminemos con las niñerías y los teóricos de siempre, pues todo indica que vamos de mal en peor.
José Manuel Caerols Silva
Vacunas
Señor Director:
En el último año, varias enfermedades que se creían desterradas, aparecen nuevamente. Son enfermedades que con vacunas se pueden controlar como el sarampión. Sin embargo, en Chile una corriente antivacuna proclama la idea de no vacunar a los niños.
Las enfermedades para las cuales existen vacunas, pueden ser peligrosas e incluso provocar la muerte. Las vacunas reducen el riesgo de infección porque actúan sobre las defensas naturales del organismo ayudándolo a desarrollar inmunidad frente a la enfermedad.
Las vacunas son consideradas como una poderosa medicina, que al contrario de las otras que tratan o curan enfermedades, previenen o impiden que la enfermedad se produzca. Si las madres no vacunan o no completan la vacunación de sus hijos, de acuerdo al calendario de vacunación dispuesto por el Ministerio de Salud, es posible que aparecieran más casos y de mayor gravedad de tuberculosis, difteria, tétanos, tos convulsiva, etc, en los niños pequeños no vacunados.
Dra. Elizabeth Cabello, Académica Escuela de Medicina U. Andrés Bello
Al agua
Señor Director:
A propósito de bingos y rifas, del total de nuevos nombres de ministros "cantados" por la Presidenta Bachelet en el último cambio de gabinete, ya va uno "al agua"... Ojalá que con estas malas experiencias se terminen de una vez "los premios de consuelo".
Luis Enrique Soler Milla