Cartas al Director

Señor Director:


No cabe duda que se ha instalado una nueva sensibilidad de la ciudadanía frente a cobros que son percibidos como injustos o abusivos desde un punto de vista ético, aún cuando en muchos casos no transgreden la normativa y costumbre vigente de la época. Más aún, esta percepción ha sido validada por los Tribunales de Justicia, como ha ocurrido por ejemplo con alzas de comisiones de tarjetas de una tienda importante o de cuentas de ahorro de un Banco.

¿Por qué estas objeciones surgen sólo ante el aumento de ciertos cobros y nadie cuestiona los cobros en sí mismos? Ante las comisiones por diversos conceptos que cobran los bancos, ningún tribunal ha exigido la justificación en base a los costos asociados, como lo han hecho al rechazar el alza de los planes de salud de las Isapres por los costos crecientes de las prestaciones; judicializar todo tipo de cargos fijos de servicios públicos y entidades financieras nos encaminaría hacia a un régimen de fijación de precios en muchos ámbitos, que atentaría contra la libre competencia y así terminaría perjudicando a quien pretendía proteger.

Sin embargo, urge corregir ciertas prácticas abusivas de ciertas empresas e instituciones, que afectan gravemente su prestigio y credibilidad, como por ejemplo: 
a) Ciertos operadores de telefonía se aprovechan de la disposición que les permite contratar servicios adicionales telefónicamente, sin consentimiento escrito del cliente, para cobrar servicios que nunca fueron contratados. La recuperación de estos valores cobrados indebidamente dentro de la factura del proveedor final exige un estudio acucioso de esas facturas que usualmente constan de múltiples ítems, cargos y descuentos, y salvo los cargos de los últimos meses, sólo resulta posible a través de reclamos ante la Subtel.

b) El Servicio de Impuestos Internos recarga un 1,5 % mensual (!) , además del reajuste y de la multa, a las deudas tributarias, situación hoy injustificable pero que está establecida por una ley de una época en que la tasa de interés era de ese orden, ley que nadie ha reparado en corregir.

c) El mismo SII al presentar por Internet las propuestas de declaración de impuesto global complementario a gran porcentaje de los contribuyentes, omite llenar los campos del formulario correspondientes al crédito por rentas exentas y al crédito por ahorro neto positivo, siendo que tiene la información para hacerlo; la consecuencia es que miles de contribuyentes, que no disponen de un asesor experto, terminan pagando un impuesto más alto del que les corresponde por ley.



Helmut Stehr W.





Señor Director:


Me pregunto si se han analizado alternativas a la autopista Vespucio Oriente. Es sabido que esta autopista tendrá un altísimo costo de construcción, lo cual implicará incluso un millonario subsidio estatal.

¿Qué alternativa se puede sugerir? Por ejemplo, una nueva línea de metro que comience en la actual estación Príncipe de Gales (línea 4), y que avance por Américo Vespucio con estaciones propuestas en Bilbao, Colón, Escuela Militar, Vitacura o Kennedy, Ciudad Empresarial o El Salto, Vespucio Norte (línea 2), Pedro Fontova, Independencia (futura línea 3).

¿Cuál alternativa sería más rentable financiera y socialmente?


Alvaro González




Señor Director:


Estoy absolutamente de acuerdo con la carta del Sr. Juan Carlos Villanueva “Cosa de respeto”, ya que para conducir un vehículo necesitamos cierto grado de ética , moral, solidaridad y convivencia pacífica. Yo haría extensiva esta carta a los bancos, Isapres, AFP, retail, etc. y especialmente a los farmacias respecto a los remedios.

El problema que la filosofía que se aplica en nuestro país es la del ” pescado más grande se come al más chico” y si no se lo puede comer, lo elimina . Es una filosofía que a partir del retorno a la democracia no ha sido nunca visualizada por los políticos encargados de hacer las leyes. El abuso en nuestro país está institucionalizado.



PEDRO PABLO MOLINA WOOD