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Cartas

Cartas al Director

Por: Equipo DF

Publicado: Martes 15 de septiembre de 2015 a las 04:00 hrs.

Contralor

Señor Director:
El trabajo del Contralor, no es cualquier labor. Es el funcionario que debe velar entre otras cosas por el cumplimiento de las formalidades y requisitos de los actos administrativos.
Para muchos -al parecer- los plazos serían nimiedades establecidas para poner problemas innecesarios, pero para los abogados y los funcionarios públicos es la diferencia entre llegar bien o tarde. Son relevantes y se establecen porque así lo son. Por eso quien cumple tarde cumple mal, aunque dicho incumplimiento no conlleve sanción efectiva. Al chileno promedio que llega tarde el Estado lo sanciona. Será con multa o dejándolo fuera de un proceso determinado. No estamos hablando de cualquier cosa.
Pero, quién debería velar porque la gente cumpla bien y no tarde, al parecer no intuyó la relevancia de esto. Quién habría de supervisar los requisitos y formalidades de los actos administrativos no ha revelado en su conducta personal el respeto necesario a estos y, por tanto, uno se pregunta ¿en qué posición se encontraría frente a alguien que tampoco ha estimado necesario acatarlos? El Estado no es condescendiente y raramente acepta explicaciones en esta materia. Pregúntenle a quienes deben lidiar con el SII. Uno esperaría que al menos al Gran Inquisidor no lo hubieran pillado pecando de hereje.

Cristián Gabler, Abogado

"Largoplacismo" en perspectiva

Señor Director:
Fue nuestro ilustre Presidente don Ramón Barros Luco quien dijo que "los problemas son de dos clases, los que se resuelven solos y los que no tienen solución". El problema es que, sin embargo de ser del todo cierto, la preferencia temporal humana es axiomática en preferir un bien en el presente en vez que en el futuro.
La política en efecto trata de cubrir la necesidad de forzar de un modo u otro que una solución lejana se aproxime, que Keynes explicaba bien al decir que "en el largo plazo todos estamos muertos". Pero esto tiene costos, los cuales no pocas veces superan incluso a los beneficios derivados de la acción.
Es deseable, sí, que la política actual no se restrinja a satisfacer meros caprichos miopes en el tiempo, pero el discurso del largoplacismo lo debemos situar en perspectiva, pues este discurso sugiere que básicamente se requieren una o dos cosas, a saber, una ampliación en la duración del gobierno y/o permitir la reelección. Por lo demás, se cumplió recién un año y medio del gobierno de Bachelet y ya tiene una aprobación de un magro quinto de la población. ¿Nos imaginamos que gobierne no 4, sino que 6 u 8 años?

Joaquín Rodríguez Droguett, Director de Formación, Círculo Acton

Carrera docente

Señor Director:
Después de meses de constante modificación al proyecto de Carrera Docente, la Comisión de Educación aprobó esta iniciativa luego de 15 arduas horas de discusión y análisis. Si bien los aspectos más mencionados en los medios de comunicación –importantes, por lo demás– son aquellos relacionados con el aumento de sueldo y la distribución de horas lectivas y no lectivas y el bono incentivo de retiro voluntario, éstos no reflejan las transformaciones de fondo que requiere nuestro sistema de educación y que apuntan a un cambio de visión hacia una enseñanza efectiva y de calidad. Esto es imposible sin un análisis en profundidad de la realidad educativa de nuestro país, un análisis de lo que realmente sucede en el aula en los distintos contextos educativos. Sólo cabe esperar que los cambios aprobados sirvan, al menos, como un punto de partida para incentivar el ingreso a las carreras de Pedagogía de jóvenes comprometidos y motivados por mejorar nuestro sistema educativo.

Maritza Rosas, Núcleo de Investigación en Educación. Universidad Andrés Bello

Teatro del absurdo

Señor Director:
Lo hemos hecho mal. Improvisamos. Fuimos arrogantes y voluntaristas. Pero hemos reflexionado. En consecuencia, ¡continuamos por la misma senda!

Gabriel Guiloff

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