El empleador como policía y juez
Señor Director:
A un año de la entrada en vigor de la Ley Karin, la Dirección del Trabajo (DT) sufre una congestión significativa de denuncias por acoso laboral que invita a revisar la opción de que las empresas conduzcan internamente las investigaciones, tal como lo permite la ley. Se trata de una opción que se ve entorpecida por trabas que la propia legislación, la DT e incluso el juez laboral, imponen a los empleadores que investigan, exigiéndoles actuar como pequeños policías o jueces.
Entre laos principales escollos está la falta de precisión sobre a quién corresponde qué en la labor de prevención e investigación -dificultad que se plantea particularmente en el régimen de subcontratación, por ejemplo, con las medidas de resguardo- y la pérdida de autonomía del empleador para evaluar la gravedad de la conducta a efecto de determinar la sanción.
Sin duda, la Ley Karin es un avance, pero también plantea tensiones. Una esencial es delimitar en qué casos cabe dejarle al empleador espacio de autonomía -atendiendo a criterios de razonabilidad, diálogo y proporcionalida- para que la justicia llegue con la celeridad necesaria y en plazos que hoy no se cumplen.
Lucía Debesa Arregui
Académica investigadora en Derecho Laboral Universidad Finis Terrae