El precio de no escuchar
Señor Director:
Los trabajadores, especialmente las nuevas generaciones, valoran el desarrollo, el propósito y un liderazgo humano en entornos que resguarden su bienestar. Cuando estos elementos no están presentes, optan por dejar la organización.
Hoy, muchas organizaciones no están escuchando lo que sus colaboradores necesitan, y eso tiene un costo. La fuga de talentos no solo implica pérdidas económicas -gastos de reclutamiento, capacitación, baja productividad-, sino también un alto costo humano y cultural. Se pierde conocimiento acumulado, cohesión de equipo y energía organizacional.
El desafío de retener talento en las organizaciones trasciende la entrega de incentivos económicos o beneficios superficiales. No se resuelve con bonos, mesas de ping-pong o días de frutas. Requiere una transformación profunda, especialmente en un contexto donde los talentos buscan desarrollo, propósito, liderazgo humano y un entorno que les permita crecer sin renunciar a su bienestar.
Beatriz Herrera
Directora de carreras de Gestión de Personas Duoc UC, sede Padre Alonso de Ovalle