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Economía Circular

Past president usec

Por: José Antonio Garcés | Publicado: Martes 3 de mayo de 2016 a las 04:00 hrs.
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“Nos cuesta reconocer que el funcionamiento de los ecosistemas naturales es ejemplar: las plantas sintetizan nutrientes que alimentan a los herbívoros; estos a su vez alimentan a los seres carnívoros, que proporcionan importantes cantidades de residuos orgánicos, los cuales dan lugar a una nueva generación de vegetales. En cambio, el sistema industrial, al final del ciclo de producción y de consumo, no ha desarrollado la capacidad de absorber y reutilizar residuos y desechos. Todavía no se ha logrado adoptar un modelo circular de producción que asegure recursos para todos y para las generaciones futuras, y que supone limitar al máximo el uso de los recursos no renovables, moderar el consumo, maximizar la eficiencia del aprovechamiento, reutilizar y reciclar.” (P. 22 Laudato Si, Papa Francisco, 2015)

Este llamado del Papa, a imitar a la naturaleza en cuanto a un modelo circular de producción, podría ser una realidad en el corto y mediano plazo. De hecho, la semana pasada tuvo lugar en nuestra capital, la 1ª Misión de Economía Circular de la Unión Europea, liderada por el español Daniel Calleja, director general de Medio Ambiente de la Comisión Europea, quien estuvo en Santiago acompañado de una delegación compuesta por más de 50 representantes de empresas y asociaciones europeas.

La misión tiene el objetivo de abrir el tema en la comunidad empresarial de Chile y tender puentes entre las organizaciones del mundo privado y de la sociedad civil, europeas y chilenas interesadas en las oportunidades que conlleva una economía circular.

Calleja se reunió con el Ministro de Medio Ambiente Pablo Badenier, para intercambiar propuestas y buenas prácticas en materia de eficiencia energética, innovación ecológica, aprovechamiento de residuos, ecodiseño, gestión del agua y reducción de la contaminación.

Para garantizar un desarrollo sostenible, tenemos que utilizar nuestros recursos de una manera más inteligente. El modelo lineal de crecimiento de extraer, consumir y desechar ya no es viable para sostener la economía del mañana. Pero si los recursos son limitados, el ingenio humano es ilimitado. En una economía circular, el valor de los productos y materiales se mantiene durante el mayor tiempo posible; los residuos se reducen al mínimo, y los desechos se vuelven recursos que aportan valor cuando son reutilizados o reciclados. Esto beneficiará a la larga a las empresas, que serían no sólo más eficientes sino que ganarán en reputación y legitimidad.

En esta materia, es fundamental compartir las innovaciones y prácticas que han resultado exitosas y además, volverlas accesibles para todas las empresas, no sólo para las grandes que destinan presupuesto a los desafíos ambientales. De ese modo, algo que puede ser percibido como utópico, se vuelve muy real y de paso, se traduce en mayores garantías de sostenibilidad para nuestras empresas. Veamos un par de casos: La empresa Neptuno Pumps (su planta se ubica en el desierto de Atacama). El 60% de las bombas manufacturadas por esta compañía en Chile, usa materiales reciclados, logrando que el comprador obtenga un producto 30% más barato con garantía de un año. A través de su diseño, Neptuno posibilita que las empresas mineras reciclen hasta el 70% del agua, reduciendo así el uso de energía en un 30%. Otro caso, Miniwiz, con sede en Taiwán, que convierte la basura (plásticos y desechos electrónicos y de arquitectura) en materiales de construcción. Entre sus clientes se encuentra Nike, pues creó el interior de sus tiendas de lujo en siete ciudades.

Hay otros casos como éste, que inspiran porque demuestran que es perfectamente factible conjugar rentabilidad económica, social y ambiental, lo que de paso, otorga un sentido trascendente al trabajo de quienes están involucrados con el proyecto empresarial. Así, en lugar de sentirnos intimidados por estos cambios de paradigma en el modelo de progreso y de creación de riqueza al que estábamos acostumbrados, lo que tenemos que hacer es abrir nuestra mente y entusiasmarnos por las múltiples oportunidades de negocios, de empleo, de desarrollo integral, que nos permitirá este nuevo modelo de economía circular.

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