Dicen que el capital es agnóstico en lo político. La relación entre el empresariado y la política es inevitable y, en muchas ocasiones, incómoda. Pragmáticos siempre, en el sector privado les interesa ser escuchados por la autoridad y aportar al debate, y por lo tanto, independiente del sector político al mando, buscan estrechar lazos con quienes habiten o puedan habitar La Moneda.
Es probablemente ese pragmatismo empresarial el que ha llevado a muchos en el sector privado a acercarse a conversar con la candidatura de José Antonio Kast, que según todas las encuestas se vislumbra como el más probable ganador en una segunda vuelta. Y si bien el empresariado tradicional se vincula más con la centroderecha, es decir, con la candidatura de Evelyn Matthei, la tendencia que muestran todos los estudios de opinión ha llevado a varios dentro del empresariado a buscar reunirse con el candidato republicano o su círculo.
Cercanos a Kast aclaran que, desde hace meses, el candidato tiene una intensa agenda de reuniones y comidas con diversos rubros y sectores, y que entre ellos también ha participado de encuentros con empresarios, grandes y pequeños. Se trata de algo que ocurre en todas las campañas y con todos los candidatos.
Este martes recién pasado, por ejemplo, en la noche, hubo una comida de entre 20 y 25 empresarios junto a José Antonio Kast, quien estuvo acompañado de Carolina Araya y Alejandro Irarrázabal, dos de sus más estrechos colaboradores. Allí, los asistentes le insistieron en probablemente la mayor preocupación del sector empresarial: la necesidad de presentarse en lista única en la campaña parlamentaria, inquietud que el sector empresarial ha manifestado en diversos foros.
De hecho, hubo dos insertos publicados en El Mercurio —firmados por cientos de personas, algunos de ellos empresarios— en los que se solicitaba directamente ir unidos en la competencia por el Congreso. De una manera menos elegante lo dijo también el empresario Nicolás Ibáñez, quien, en una entrevista con La Tercera, sostuvo que “se van a ordenar, no me cabe la menor duda, dentro de los próximos días y semanas, porque nadie va a aceptar esto. Desde luego, no va a haber financiamiento para un circo como este”.
Pese a esto, este viernes Republicanos, Libertarios y Socialcristianos inscribieron su lista, sepultando aquella opción de derecha unida.
Otra preocupación manifestada por algunos de los empresarios que participaron en la comida del martes fue la de los equipos, señalando la necesidad de que, en segunda vuelta, se incorpore a equipos técnicos y políticos de centroderecha que puedan darle más cuerpo al programa. Incluso, le sugirieron que en una eventual segunda vuelta se acercara a la gente de Amarillos, nombres que son del agrado del mundo empresarial, en quienes ven altura de miras y mayor transversalidad. “Me encantaría un gabinete de derecha con nombres de Amarillos”, dijo un empresario que asistió. Cuentan que el presidenciable se mostró abierto.
También estuvo presente, por supuesto, el foco central de la campaña de Kast. El candidato se ha preocupado —y así lo hizo en la comida de esta semana— de transmitir que está dispuesto a pagar cualquier costo político para enfrentar la crisis de seguridad.
En paralelo, el encargado económico de Kast, Jorge Quiroz, ha mantenido una intensa agenda. El economista es cercano al mundo empresarial, dado su perfil profesional en la consultora Quiroz & Asociados. Es respetado en el sector porque consideran que conoce las problemáticas de las distintas industrias. Desde que se anunció su incorporación al equipo, ha participado en varios almuerzos, comidas y reuniones con representantes del sector privado.