¿Quién va a gobernar si llega a La Moneda? ¿Jeannette Jara, la militante comunista desde los 14 años o la que hoy se define como abanderada de centroizquierda, pero que no quiere encasillarse como socialdemócrata? Las tensiones entre lo que pretende el Socialismo Democrático para el programa de gobierno en construcción y las ideas originales que tenía el PC en las primarias se hicieron evidentes estos días, enredaron al comando recién estrenado y dejaron en una incómoda posición a la candidata. Qué piensa realmente Jara es la pregunta que muchos, incluso en su sector, se hacen hoy.
Si bien apenas triunfó en la primaria Jara comprometió un “reseteo” de su programa para construir uno nuevo que represente a una coalición amplia de centroizquierda, el alcance de los cambios puso en alerta al PC, luego de las declaraciones del nuevo jefe del equipo económico Luis Eduardo Escobar, quien quitó el piso a varias de las propuestas del programa original. Y aún más ruido generó que la propia candidata señalara que en el programa “no se expresó bien” el foco de un desarrollo guiado por la demanda interna y que calificara de “error” haber hablado en el texto de la nacionalización del cobre y el litio.
“Correrse tan olímpicamente de lo que dijo antes para ganar puede dañar uno de sus principales atributos, que es la credibilidad. ¿De qué más de lo que propuso se va a correr ahora? Si la gente comienza a no creerle porque lo que dijo hace dos meses ya no lo dice, eso le puede pegar en la línea de flotación de la candidatura”, advierte un militante del PC, que prefiere mantener su nombre en reserva.
Sin embargo, la misma alerta levantan desde la centroizquierda, pese a que valoran los cambios que se comienzan a dibujar. “Si Jeannette Jara pensó ciertas cosas en la primaria, y ahora piensa otras distintas, ¿cuál es el grado de confiabilidad?”, señala un economista cercano al sector.
Algunos plantean que esto también abre dudas sobre la gobernabilidad si eventualmente Jara llega a La Moneda. Algo similar ya se vivió en el gobierno de Gabriel Boric, con las llamadas “dos almas”. Mientras el FA y el PC buscaron avanzar en su agenda transformadora, muchas veces chocaron con la realidad y con la mesura del Socialismo Democrático, que llegó precisamente a garantizar gobernabilidad. La duda es cuán mayor sería la tensión en un eventual gobierno de una presidenta PC.
Desde la vereda contraria, el senador Juan Antonio Coloma (UDI) nuevo miembro del comando de la candidata de Chile Vamos, Evelyn Matthei, cuestionó la falta de claridad en las posturas de la abanderada de Unidad por Chile. “Todos tienen derecho a reflexionar y cambiar de opinión, pero el no tener las ideas claras sólo genera más incertidumbre, lo que atenta contra la recuperación que el país necesita”, afirmó.
El diputado Jaime Naranjo (ex PS) lamentó que el equipo económico de Jara, siendo bueno, haya cometido una serie de errores no forzados y muestre improvisación. “Hay que dar señales de gobernabilidad, y para eso es importante que haya orden en la casa y en el mensaje que queremos transmitir”, sostuvo.
Para el economista y miembro del equipo económico de Jara, Osvaldo Rosales, el que la candidata represente a un arco político tan amplio puede generar dos efectos: que sea imposible ponerse de acuerdo entre tantos partidos o construir una fortaleza. “En la medida que consigamos construir una agenda mínima donde todos convergemos, vamos a estar asegurando gobernabilidad”, afirmó el jueves en entrevista con DF.
En el comando atribuyen los desencuentros a las dificultades propias de una coalición amplia, en que puede haber diferencias legítimas, pero para lo cual se está construyendo el programa común.
Diferencias manifiestas
Por ahora las posturas siguen muy distantes. Una de las primeras diferencias la manifestó Escobar en lo que fue una de las principales banderas de Jara en la primaria: el “sueldo vital”. Mientras en la campaña anterior la candidata PC comprometió alcanzar un salario vital de $ 750 mil, el domingo pasado, en entrevista con La Tercera, Escobar dijo que ese no puede ser un compromiso para esta campaña, porque “es un número difícil de alcanzar sin tener efectos colaterales”. Para los expertos de centroizquierda una propuesta como esa provocaría mayor daño al ya debilitado mercado laboral.
El programa de la primaria también planteaba consolidar un Seguro Social solidario para la vejez con financiamiento tripartito, un inversor estatal sin fines de lucro, y el “término a las AFP”. Ahora, en tanto, Escobar plantea que no habrá una nueva reforma de pensiones ni se terminará con las administradoras, mientras que Rosales señaló en Radio Cooperativa que no hay espacio temporal ni político para eso. Jara, a su vez, se vio obligada a replicar que para el fin de las AFP “hay varios caminos”.
Asimismo, en la primaria, Jara propuso impulsar “un sistema tributario progresivo, elevando impuestos a los súper ricos, eliminando privilegios tributarios”. Ahora, en cambio, Escobar y Rosales piensan que tampoco existe espacio para una reforma tributaria y lo que se requiere es estabilidad para la inversión.
Pero una de las declaraciones de Escobar que más llamó la atención fue su crítica al número de ministerios, tema que había sido levantado sólo por las candidaturas de derecha. “En este país tenemos ahora 25 ministerios... Los países más poderosos del mundo... ¿Estados Unidos tiene cuántos? ¿Nueve, 12? El sistema está fallido”, comentó el economista el miércoles en un seminario de la consultora Forvis Mazars. Un día antes, en un seminario de Clapes UC, la propia candidata, refiriéndose a temas de seguridad, cuestionó a quienes proponen reducir el número de carteras. Dijo que la “propaganda que se hace de eliminar ministerios y disminuir recursos, es disminuir el Estado y darle un ancho camino al crimen organizado”.
Más complejo aún fue que Jara calificara de errores algunos de los postulados de su programa original. En el mismo seminario de Clapes UC calificó de “desafortunada” la frase del programa que se refería a un modelo de desarrollo guiado por la demanda interna. Dijo que “por eso quien lo formuló ya no forma parte de este comando”, refiriéndose al economista Fernando Carmona, hijo del presidente del partido, Lautaro Carmona, y quien lideró el programa para la primaria.
Del mismo modo, esta semana Jara afirmó que fue un “error” incluir en el programa original la nacionalización del cobre y el litio, tras una polémica por el tema con el candidato republicano, José Antonio Kast. El miércoles Jara dijo que esa idea no estuvo en su programa y Kast la acusó de faltar a la verdad. Luego la candidata debió recular, reconocer que la propuesta sí estaba en el texto y decir que fue un error plantearlo.
La irrupción de Escobar en el debate también salpicó al actual Gobierno -del cual Jara fue ministra del Trabajo hasta hace cuatro meses- cuando el economista calificó como un “desastre” las cifras de empleo. “No podemos hacernos autogoles entre nosotros. Ese tipo de declaraciones hay que evitarlas”, señaló un economista PS.
Una semana para el borrador
Por ahora, desde el mismo PC ven poco probable que Jara remueva a Escobar a dos semanas de haberlo nombrado. Menos aún si se considera lo difícil que fue sumar a expertos del Socialismo Democrático a su comando y el poco tiempo que queda para elaborar el nuevo programa. Desde ese sector lo saben. “Si ella quiere ganar la elección, va a tener que abrazar las ideas de la centroizquierda”, dice una fuente que conoce la interna del comando.
“Está en un zapato chino”, dice un cercano al PC. “No puede echar pie atrás, pero una opción sería replegarlo de la primera línea y limitar sus vocerías”. En el partido admiten que Jara tuvo autonomía para elegir su equipo y que luego de remover a Carmona, en esta etapa, el puesto lo ocuparía alguien del Socialismo Democrático.
Además de Escobar y Rosales, el equipo económico del comando lo componen Andrea Bentancor, Nicolás Bohme y Sebastián García. Los cinco se reunieron por primera vez cuando fueron anunciados por el comando y recién este jueves tuvieron su primera reunión de trabajo.
Aunque Jara no debe inscribir su candidatura en el Servel con los otros candidatos el 18 de agosto, ya que al ganar la primaria quedó inscrita de manera automática, sí presentará un nuevo programa en el organismo electoral para esa fecha. “Es una oportunidad para presentar un programa distinto”, dicen en el comando.
La idea inicial del equipo es entregar el próximo miércoles 13 de agosto un borrador del programa a la candidata, para así incorporar reflexiones y modificaciones y, en lo posible, presentarlo antes del 18 de agosto en el Servel para reemplazar el anterior.
En el equipo económico plantean que no se desechó completamente el programa inicial de la primaria, pero sí se está construyendo uno nuevo con plena libertad. Aunque la propuesta original del PC que está en el Servel tiene siete páginas, conocedores de ese trabajo señalan que el texto completo tenía más de 90 páginas que “nunca vieron la luz”, y defienden que a partir de eso se debe construir.
Escobar y Carmona se conocen. Ambos economistas participan del Foro para el Desarrollo Justo y Sostenible, instancia de debate y propuestas económicas ligada a la izquierda. Cercanos a ambos señalan que pocas veces coinciden en materia de política económica.
Un programa para la parlamentaria
El riesgo que ven en la izquierda es que “ellos quieren traerse el programa de Tohá para acá”, y eso tampoco corresponde, dicen, porque Jara derrotó a la candidata del Socialismo Democrático por amplio margen. “Ese programa no hacía grandes cambios, más bien ella planteaba consolidar las cosas. Y eso choca fuertemente en lo que planteó Jeannette Jara, que tenía una mirada de futuro, con cambios y transformaciones”, señala una fuente que sabe de la interna en el PC.
La misma fuente sostiene que, tanto el Socialismo Democrático -incluida la DC-, como el Partido Comunista y el Frente Amplio, quieren influir para que el programa de gobierno pueda cobijar a sus respectivos candidatos a parlamentarios en las elecciones de noviembre. “La tensión que veo es que los partidos del Socialismo Democrático están tratando de que el programa se ajuste más a sus candidatos que a los candidatos del PC y el FA. Y para eso están transformando a la candidata en algo que no es”, sostiene.
¿Dónde están las líneas rojas? Para el Partido Comunista su límite es, precisamente, el objetivo del Socialismo Democrático. “Hoy vemos diferencias, pero habría una crisis el día que la candidata salga diciendo algo que los candidatos a diputados nuestros no puedan sostener, porque nuestros candidatos también quieren ser electos”, afirma un militante PC.
Por eso, si bien en distintos sectores de la coalición señalan que las discrepancias seguirán y es difícil que no se hagan públicas en el proceso, lo relevante es que la propia candidata explicite en qué realmente cree, que eso se refleje en el programa y todos logren alinearse detrás de ese nuevo texto.