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El último censo de población en Chile

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Chile experimenta una transición demográfica desde comienzos del siglo pasado. La tasa de mortalidad ha venido disminuyendo sistemáticamente desde 1920, haciendo que las expectativas de vida al nacer se hayan incrementado en forma significativa.

Esta caída en la tasa de mortalidad significó un incremento sistemático en el ritmo de crecimiento de la población, el cual llegó a su nivel más alto en 1962. De ahí en adelante, la tasa de natalidad empezó a caer y lo ha venido haciendo desde entonces.

Como el ritmo de caída en la tasa de natalidad es mayor que el ritmo al cual disminuye la tasa de mortalidad, el crecimiento vegetativo de la población, que es igual a la diferencia entre la tasa de natalidad y la tasa de mortalidad, se ha venido reduciendo sistemáticamente desde 1962. El actual ritmo de crecimiento vegetativo de la población está en 0,9% anual.

El censo de población de 2012, al encontrar una población de 16.572.475 habitantes, confirma esta tendencia de freno en el crecimiento, lo que en la próxima década el crecimiento vegetativo debería alcanzar tan sólo al 0,8%. ¡Además, la composición de edades está cambiando en forma dramática! En la próxima década, la población menor de 14 años debería contraerse a razón de -0,8% anual. Debería seguir disminuyendo en términos absolutos, como lo hizo en la década pasada. En contraste, la población mayor de 65 años debería crecer a razón de 3,5% anual. ¡Esto genera un aumento explosivo de la población de la tercera edad!
La población en edad de trabajar -de 15 a 65 años- debería desacelerarse gradualmente, para estabilizarse en términos absolutos en la década que va de 2020 a 2030. Esto debería generar una tendencia de freno en el ritmo de crecimiento de la fuerza de trabajo, facilitando la obtención de un equilibrio de pleno empleo.

Desafortunadamente, el INE no recoge estos números en forma acuciosa. En efecto, desde la década del 50, el INE realizó un modelo de proyección demográfica en conjunto con el Celade. Este modelo proyecta la población chilena por sexo y tramos de edades hacia el futuro, y es la base con la cual el INE entrega sus estadísticas de población. Como todo modelo, también está sujeto a error y en sus proyecciones se ha venido desviando progresivamente de la población censal.

Las cifras oficiales de la población en Chile corresponden a la proyección INE-Celade, las cuales en 2012 exceden en más de 830 mil personas a la población efectiva. La causa de este error de proyección es que el ritmo de crecimiento de la población se ha venido frenando más rápido que lo contemplado en el modelo elaborado hace medio siglo. Este error de proyección es mucho mayor cuando se analizan los diferentes tramos de edades. Al estarse frenando más rápido la población, el modelo INE-Celade sobrestima la población joven y subestima la población adulta.

La solución sería que el INE tomara cartas en el asunto y reestime los parámetros del modelo original, de tal manera que el modelo sea capaz de replicar los últimos datos censales. De otro modo las cifras oficiales de población están profundamente erradas.

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