Enrique Marshall

Ahorro de los hogares: urgente revitalización

ENRIQUE MARSHALL Director Magíster en Banca y Mercados Financieros PUCV, Exvicepresidente del Banco Central

Por: Enrique Marshall | Publicado: Miércoles 11 de agosto de 2021 a las 04:00 hrs.
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Comenté en una columna anterior que el ahorro nacional y, particularmente, el de los hogares, estaba alicaído y requería urgentemente ser revitalizado. En torno a ello existe bastante coincidencia entre los economistas, aunque el tema se esquiva porque el ahorro denota sacrificios y privaciones en el presente, lo que no es grato ni popular. Sin embargo, todo indica que se requerirán esfuerzos adicionales en los próximos años

Vayan aquí algunas ideas sobre qué debemos hacer.

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Por lo pronto, se requiere tomar plena conciencia de la situación compleja que se enfrenta. Para solucionar un problema se debe reconocer su existencia. Los conductores de la sociedad deben comenzar a hablar más de este tema, aunque sea incómodo.

Para romper la inercia, se requerirán acciones en múltiples frentes. En materia de ahorro, las recetas mágicas no existen. Este no aumenta apretando un botón, moviendo una palanca, ni tampoco aprobando una ley. No va por ahí la cosa.

La experiencia comparada enseña que el ahorro solamente florece en un contexto de estabilidad macroeconómica y de reglas que no se mueven a cada rato, sin perjuicio de que se reformen periódicamente para perfeccionarlas y ajustarlas a nuevas circunstancias. Es clave, entonces, preservar un clima de estabilidad. Por ello, es importante que la reforma al sistema de pensiones se zanje prontamente.

Los incentivos tributarios pueden ayudar, pero no son la panacea. La recomendación es que sean simples y estén bien diseñados. Para los segmentos de ingresos medios y bajos de la población, el foco debe estar en el ahorro previsional voluntario (APV) y en la compra de la casa propia. En esos dos activos se ubica el ahorro acumulado por la inmensa mayoría de la población.

En materia de incentivos tributarios, el APV régimen “letra a” es un ejemplo de buen diseño y, por tanto, debe ser fortalecido. Hace falta algo similar para los créditos hipotecarios y la adquisición de una vivienda, porque los incentivos actuales no alcanzan al grueso de la población.

Por su parte, la oferta de servicios de ahorro se muestra bastante alicaída. Se requieren nuevos proveedores; innovar en materia de productos; hacer más atractiva la comercialización; prestar atención al ahorro de niños y jóvenes por sus implicancias positivas en el largo plazo; integrar el ahorro con los sistemas de pagos; buscar alianzas entre empleados y empleadores para la promoción del ahorro en las empresas, como ocurre en economías avanzadas; y, por qué no decirlo, restablecer una cultura del ahorro, como la que existió en el pasado.

Para muchos, la opción a la mano sigue siendo la tradicional libreta de ahorro, la misma que tuvieron sus padres y abuelos, con el agravante de que ya no paga los atractivos intereses de antaño. No hay dónde perderse, el ahorro masivo requiere urgentemente una revitalización.

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