Los inversionistas no deciden con la razón

Benjamin Boehner

En el mundo de las finanzas existe una verdad demoledora que no se comenta mucho: los inversionistas privados rara vez superan los retornos de un índice altamente diversificado (como el MSCI). Es más, se calcula que, en promedio, el rendimiento de este inversionista es un 4,3% peor que el índice. De hecho existe una larga lista de investigaciones que demuestran, incluso, que el inversionista no se da cuenta que invierte peor que el mercado... sistemáticamente.

El reporte "Finanzas conductuales, la sicología de la inversión", elaborado para Credit Suisse por los profesores Thorsten Hens y Anna Meier del Behavioral Finance Solutions GmbH, elaboran una excelente tipología del inversionista. Aquí les cuento cuáles son los "caracteres" de inversionistas con los que nos enfrentamos a diario.

Inversionistas intuitivos. Toman decisiones emocionales, sin una estrategia de inversión adecuada. Existe el riesgo de que se vean demasiado influenciados por la evolución actual del mercado y pierdan de vista los objetivos. A ellos se les recomienda firmar un mandato discrecional y así darles la oportunidad de mantener una estrategia de inversión definida.
Los estudios muestran que la estrategia de inversión es responsable de cerca del 80% de las ganancias. De lo contrario, los clientes pueden hacer compras apresuradas cuando los mercados están al alza en una oleada de euforia (demasiado caro) y vender en pánico cuando caen, lo que probablemente haga una mella en sus activos con el paso del tiempo.

Inversionistas exploradores. Están muy familiarizados con el mercado financiero pero toman decisiones emocionales. Tienen una buena perspectiva de los riesgos y las oportunidades en el mercado, aunque a veces quedan deslumbrados por nuevos e innovadores productos financieros. A pesar de sus vastos conocimientos financieros, a veces abandonan su estrategia de inversión predefinida por razones emocionales.

Inversionistas realistas. Ellos no son influenciados por emociones. Sin embargo, carecen de conocimientos financieros para evaluar adecuadamente los riesgos y las oportunidades.

Inversionistas estratégicos. Tienen buen conocimiento de los mercados financieros, pueden evaluar los riesgos y las oportunidades que enfrentan. Tampoco son persuadidos por las emociones y pueden tomar decisiones objetivas. Su enfoque estratégico no les permite perder de vista sus objetivos.