Manuel Bengolea

Reforma de Pensiones y Mark Twain

Manuel Bengolea Gerente general Octogone Chile

Por: Manuel Bengolea | Publicado: Miércoles 23 de agosto de 2017 a las 04:00 hrs.
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Manuel Bengolea

Mark Twain fue un popular escritor, orador y humorista estadounidense, que aunque carecía de visión financiera (ganó mucho dinero pero lo malgastó y se declaró en bancarrota), brilló por sus novelas y sus dichos. ¿Qué tiene que ver Twain con la Reforma de Pensiones propuesta recientemente por el gobierno? Varios de sus dichos se ajustan mucho a la realidad de la discusión entre técnicos y políticos sobre dicha reforma.

El problema más evidente de la Reforma de Pensiones, además de su “costo” en empleo (hasta 390 mil según el gobierno), es que es injusta, puesto que obligará a trabajadores modestos a financiar la pensión de otros, probablemente igual de modestos, pero que no tuvieron la disciplina de juntar para la vejez. En las ocasiones en que técnicos, oficiales y de oposición, han reprochado el defecto de justicia de la reforma, la respuesta es que ésta es un problema político y no económico, por lo tanto la decisión y el análisis deben efectuarse en ese ámbito. Twain decía: Nunca discutas con un idiota, te arrastrará a su nivel y allí te ganará por experiencia.

Como ha sido la tónica del gobierno en materia de proponer e implementar reformas, el objetivo que se ha perseguido es primero silenciar a la calle, y segundo hacer que el Estado pague beneficios que deberían alcanzarse mediante el esfuerzo, y no gracias al “pituto” o el asistencialismo. Esta reforma quería calmar al señor Mesina de NO+AFP, cuyo propósito real no es el problema de las pensiones bajas, sino que capturar los ahorros previsionales de los chilenos para utilizarlos con fines proselitistas, algo demasiado parecido a lo que hiciera Chávez y Maduro con la bonanza del petróleo y cuyas consecuencias conocemos. La intención del gobierno al proponer un fondo de reparto financiado con el 2% de cotización extra, y crear un organismo estatal para administrar el otro 3% de ahorro individual, podría ser loable, el problema es que el botín hace salivar a muchos que ven en él una forma de comprar votos y voluntades para perpetuarse en el poder.

Basta con oír lo que dijo el candidato Guillier, secundado por parte de su comando, Cariola del PC, entre ellos, en entrevista televisiva respecto de la reforma. El candidato aseguraba que no habría desempleo, a pesar del informe de dos ministerios al respecto, y que habría un “proceso virtuoso” pues los fondos se quedarían en Chile para invertirse en infraestructura y en proyectos altamente rentables. Twain decía: Es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido que abrirla y disipar la duda. A pesar de que el candidato eligió no mantener la boca cerrada, desnudó su ignorancia sobre el proyecto de pensiones, inversiones, y emergió espontáneamente su verdadera convicción, o intención, y la de quienes lo apoyan, pues con un candor presuntuoso, afirma qué hará con los recursos del fondo y dónde los invertirá para obtener altas rentabilidades, soslayando el hecho propuesto en la reforma de que el ente que los administrará será independiente del gobierno de turno.

Peter Diamond, premio Nobel de Economía en 2010, y conocido por su análisis en política de seguridad social, que como tal participó en la Comisión Marcel en 2008 y fue uno de quienes expuso frente a la Comisión Bravo en 2016, ha sostenido que a pesar de que podría ser eficiente tener un administrador estatal de pensiones, el problema es que los políticos terminan capturándolo, y que por lo tanto era mejor que éstas fueran administradas por privados o ajenos al poder político. También ha afirmado que en Europa, donde los sistemas de reparto tienen en la bancarrota a varios países, deberían emplear un sistema parecido al chileno.

Ciertos políticos, con el manido argumento de la protección social y el pretexto de la solidaridad, están montando un plan para capturar una parte de los ahorros previsionales de los chilenos, y ya sabemos con qué fines, pues el candidato de la Nueva Mayoría lo deja claro con sus declaraciones. Al respecto, se me viene a la mente otro dicho de Twain: Los políticos y los pañales se tienen que cambiar a menudo, por la misma razón.

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