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Alto contrasteEsta semana se ha concretado el denominado “cónclave” del oficialismo, una reunión que tuvo casi siete horas de duración y que congregó en La Moneda a la Presidenta, sus ministros del gabinete político y de Hacienda, los presidentes de los partidos de la Nueva Mayoría, los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, y los jefes de las bancadas del sector, en que se fijaron los ejes de la segunda mitad del período del actual gobierno, marcados tanto por una “consolidación” de las reformas en marcha y, en lo económico, un énfasis en el crecimiento y en la recuperación de las confianzas que, sin embargo, no pasó de ser retórica para muchos observadores dado que como en ocasiones anteriores las palabras no fueron acompañadas de anuncios de pasos concretos en esa dirección.
Al término de la cita del lunes en la tarde y noche, el ministro portavoz, Marcelo Díaz, aseguró que una de las prioridades centrales para el gobierno es la recuperación del crecimiento económico, y mencionó que en esa línea se trabaja en una agenda de productividad y en mantener una conducta presupuestaria fiscal responsable. Además, Díaz sostuvo que quienes participaron en el “cónclave” concordaron en la necesidad de trabajar “con ahínco” en la recuperación de la confianza ciudadana.
Es un hecho que desde hace meses las autoridades han puesto los mismos énfasis en sus discursos pero sin resultados, por que parece evidente que el deterioro en los indicadores de actividad y confianza sólo puede comenzar a revertirse con acciones potentes, tangibles y eficaces que permitan efectivamente reinyectar energía en la economía más allá de palabras de buenas intenciones.
