Padre Hugo Tagle

Amor del bueno

En twitter: @hugotagle

Por: Padre Hugo Tagle | Publicado: Lunes 18 de abril de 2016 a las 04:00 hrs.
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La carta pastoral del Papa Francisco “Amoris Laetitia”, sobre la familia y matrimonio, es una fuente inagotable de buenas ideas y reflexiones. Texto obligatorio para todo aquel que le interese y preocupe ese espacio vital. Junto con la reflexión, el Papa da una serie de recomendaciones para un buen diálogo matrimonial; como abordar los temas difíciles, sin enfrascarse en una discusión estéril.

La mayoría de las veces se discute por cuestiones pequeñas. La clave está en “el modo de decir las cosas o la actitud que se asume en el diálogo”. Por eso, sugiere usar herramientas que harán de esa discusión algo fecundo.

Primero, reconozcamos los malos sentimientos que nos embarguen y relativicémoslos para que no perjudiquen la comunicación. Tomemos conciencia de que estamos enrabiados, molestos, y digámoslo. Luego, sepamos expresar lo que sentimos sin lastimar. Utilicemos un lenguaje y modos que puedan ser fácilmente aceptados o tolerados por el otro, aunque el contenido sea exigente. Se puede decir “casi todo”, sin recurrir a garabatos ni descalificaciones. Bueno es plantear los propios reclamos sin descargar la ira como forma de venganza. Evitemos un lenguaje moralizante que sólo agrede, ironiza, hiere.

Francisco propone “dar importancia real al otro, interpretar el fondo de su corazón, detectar lo que le apasiona, y tomar esa pasión como punto de partida para profundizar en el diálogo”. En el matrimonio, como en toda relación humana, la verdad, no hay ganadores y perdedores. Tras una discusión, ambos deben quedar con una buena sensación.

Minimicemos los defectos, porque son sólo una parte de la otra persona. Francisco sugiere no exigirle al otro que su amor sea perfecto para valorarlo, porque “que sea imperfecto no significa que sea falso”.

Dese “tiempo para dialogar, para abrazarse sin prisa, para compartir proyectos, para escucharse, para mirarse, para valorarse, para fortalecer la relación”. Nunca se pierde el tiempo con quienes uno ama. Siempre se saca algún provecho de ese momento. Hay que buscarlo.

Y un par de consejos más prácticos aún. El Papa dice que “es bueno darse siempre un beso por la mañana, bendecirse todas las noches, esperar al otro y recibirlo cuando llega, tener alguna salida juntos, compartir tareas domésticas. Pero al mismo tiempo es bueno cortar la rutina con la fiesta, no perder la capacidad de celebrar en familia, de alegrarse y de festejar las experiencias lindas”. Ahí tiene varias sugerencias que harán de su vida matrimonial y familiar una experiencia bonita, sana, feliz. Aprovéchelas.

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