Tecnología en la banca: haciendo una diferencia

La actividad empresarial de la banca, aparte de su reconocida solidez que vitaliza el crecimiento del país en un ambiente de estabilidad, tiene otros aspectos que son muy destacables en su contribución al logro de la meta de ser un país desarrollado en el futuro cercano.



Así como la bancarización ha ido creciendo progresivamente con los años, también lo han hecho otros proyectos que cobran igual relevancia, como por ejemplo la seguridad y tecnología en relación a los productos y servicios del sistema bancario nacional. Es así como estos dos focos de trabajo -seguridad y tecnología- están ligados a la productividad, área en donde sabemos que el país debe avanzar aceleradamente. Gracias al proceso continuo de inversión en innovación, sólo en 2011 la industria bancaria invirtió US$ 325 millones en tecnología de punta, concentrándose un 66% en temas de softwares.

Esta inversión se explica, en parte, por los diversos servicios bancarios provistos a los clientes a través de las aplicaciones instaladas en los cajeros automáticos, cuyo parque alcanzó en 2011 a 8.269 cajeros a lo largo del país, con un total de 455 millones de transacciones anuales. Asimismo, se registró un fuerte crecimiento de las transacciones electrónicas bancarias vía web, las que alcanzaron un peak de 240 millones durante 2011 y superaron en casi un 20% el uso de cheques.

Para este 2012 se estima que la banca efectúe una inversión en tecnología aún mayor. Como parte de ello, la industria está invirtiendo más de US$ 20 millones en la incorporación de chips a las tarjetas de crédito, lo que irá en directo beneficio de sus clientes alcanzando una mayor seguridad en sus transacciones nacionales e internacionales. Al mismo tiempo, el gremio bancario se encuentra trabajando fuertemente en el actual desarrollo de soluciones industriales para aumentar la seguridad de las transferencias electrónicas.

Otras medidas complementarias surgen en este frente para el mediano plazo. Modernizar definitivamente el cheque como medio de pago es una de ellas, acelerando así la circulación del dinero con los consiguientes beneficios para los clientes cuentacorrentistas, especialmente empresas PYME que requieren de capital de trabajo para sus operaciones. Gracias a estas grandes inversiones en tecnología, se simplificará el procesamiento de cheques y surgirán las imágenes, ampliando sustancialmente todo el espectro de aplicaciones y transformándose en una pequeña revolución tecnológica para el medio de pago tradicional de la banca.

La tarea de lograr un país más inclusivo, con más oportunidades y donde todos podamos gozar de los beneficios del desarrollo, si bien no es fácil, es abordable y es por esto que la banca seguirá y reforzará su contribución en la consecución de este objetivo, siempre mirando hacia el futuro y buscando dónde se puede hacer una diferencia.