Una nueva forma de ejercer el poder
Paula Figari, consultora asociada CLA Consulting
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Paula Figari, consultora asociada CLA Consulting
Bastante relevancia se le ha dado en los últimos días a la noticia del destacado resultado de países liderados por mujeres en el desafío por combatir el coronavirus. Mujeres como Ángela Merkel en Alemania, Tsai Ing-wen en Taiwán, la ministra Jacinda Arden de Nueva Zelanda, son algunas de las figuras que se han destacado por su resolución y valentía, por tomar medidas drásticas y claras, siendo empáticas y cercanas a la población.
Al menos dos grandes sesgos culturales se derriban con estos hechos. El primero es que las mujeres no se manejan bien en situaciones de tensión, lo que queda abiertamente desmentido por el manejo de la actual crisis.
El segundo es que, para hacerlo bien, las mujeres en el poder tienen que actuar como los hombres. Sabido es que ellos exhiben un mayor exceso de confianza en sus capacidades –lo que culturalmente se valora y estimula-, limitando su habilidad para evaluar riesgos y, consecuentemente, tomar decisiones acertadas en situaciones de alta incertidumbre. Este ha sido el caso y ha quedado de manifiesto en estos días en el actuar de líderes como Trump, Bolsonaro, Obrador y Putin, entre otros.
Varios estudios sugieren que el liderazgo femenino puede ser diferente y beneficioso para enfrentar los desafíos de un mundo cada vez más complejo, como el actual. Pese a ello, la participación femenina en posiciones de poder sigue siendo muy minoritaria. Y esto no es porque haya escasez de talento femenino, sino porque, culturalmente, se da un exceso de oportunidades a los hombres, independientemente de su talento y competencias.
La crisis actual es una oportunidad para terminar de derribar los sesgos de género y promover una mayor presencia de mujeres en la toma de decisiones. Así como se ha instalado el teletrabajo, derribando supuestos largamente enquistados, podemos también avanzar en entender que las mujeres, desde su propia identidad, aportan una mirada imprescindible para enfrentar los desafíos del futuro.
Este virus trae oportunidades y devela verdades. Es hora de pedirle a los hombres líderes que actúen un poco más como las mujeres y dejar de esperar que sea al revés.