La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha señalado que si bien la mayoría de las economías del mundo sigue mostrando un crecimiento estable, dentro de la zona euro Alemania -principal motor del área- e Italia están perdiendo fuerza.
En efecto, Alemania, la mayor economía europea, se contrajó 0,2% en el segundo trimestre y se anticipa que en el tercer cuarto del año la actividad podría haberse estancado o incluso caído, lo que implicaría una nueva recesión. De hecho, en agosto la producción industrial alemana se contrajo a su ritmo más acentuado desde la crisis financiera, mientras que las exportaciones germanas se desplomaron en el mismo mes con la mayor fuerza en más de cinco años en medio de la debilidad de la zona euro y las tensiones con Rusia. En cuanto a Italia, la OCDE también mencionó un empeoramiento de su actividad y observadores anticipan que será el único país de la eurozona que completará en 2014 todo un año en recesión.
Es de esperar que de las reuniones del FMI y del Banco Mundial que se están realizando esta semana en Washington puedan emerger propuestas concretas para reanimar el crecimiento europeo y también global.