Click acá para ir directamente al contenido
Columnistas

¿Por qué no podría volver a ganar?

EUGENIO TIRONI, Sociólogo

Por: Equipo DF

Publicado: Lunes 30 de junio de 2025 a las 04:30 hrs.

El atronador triunfo de Jeannette Jara dejó establecido un hecho difícil de refutar: que gran parte del electorado —incluso en ese universo más politizado que es el de centroizquierda— se moviliza por identificación antes que por cálculo, por pertenencia más que por programas.
Jara evitó sistemáticamente cualquier definición de un plan de gobierno. Cuando fue forzada a pronunciarse, eligió la ambigüedad sin complejos. Llegó incluso a relativizar principios fundantes de su propio partido y a pedir silencio a sus dirigentes. En otras palabras: evitó cualquier cosa que hiciera sombra a su principal activo político: una trayectoria vital y una personalidad que generan identificación directa con amplios sectores del electorado.
Las voces que hoy sostienen que, por ser comunista, Jara está condenada a perder en noviembre, y que la presidencial será un paseo para la derecha, expresan el mismo wishful thinking que antes aseguraba que no tenía ninguna posibilidad en la primaria. Su autenticidad y simpatía transforman en un búmeran la vieja cantinela anticomunista, que a buena parte del Chile actual simplemente no le hace sentido.
Para decirlo en simple: del mismo modo que ganó el domingo, Jeannette Jara podría volver a ganar en noviembre, sin importar a quién tenga al frente.
Para lograrlo, debe sostener el mismo guión y aprender de Zohran Mamdani, el reciente ganador de las primarias demócratas en Nueva York. Él triunfó con propuestas audaces, una presencia abrumadora en el territorio y una campaña creativa en redes sociales. Pero, sobre todo, con un mensaje que reivindica lo popular en una sociedad donde hablar de clases sociales suena casi subversivo.
Jara no tiene el carisma juvenil de Mamdani ni su despliegue digital. Pero comparte con él algo más importante: una trayectoria arraigada en el mundo popular, una identidad política clara (el PC), una biografía sin dobleces y una manera de hacer política que convence desde la experiencia, no desde la performance.
Los triunfos de ambos sugieren que las victorias no siempre provienen de la prudencia, los equilibrios o los matices. A veces nacen de la convicción, el arraigo y la osadía.
Como Mamdani, Jara representa una forma de hacer política que parecía en retirada en las élites progresistas desde el 4S: una política que no teme ser llamada “de izquierda”. Moderada en las formas, pero firme en los contenidos. Que habla sin rodeos de desigualdad, que no se entrega al centrismo por temor a la derecha, y que se atreve a disputar el sentido común desde abajo, con un mensaje que no se avergüenza de pronunciar palabras como redistribución, justicia social u organización popular.
Frente a una derecha cada vez más ruda, más desinhibida, más populista, ¿por qué Jara no podría anteponer un populismo democrático, de raíz popular, sin miedo a nombrar el conflicto ni a incomodar a los poderosos?
Kast desplazó a la derecha chilena hacia el populismo. Jeannette Jara podría hacer lo mismo desde la izquierda, y volver a ganar en noviembre.

Te recomendamos