Por segunda vez en la historia una empresa biotecnológica cofundada por un chileno será parte de una apertura bursátil en Estados Unidos (luego de Century Theraputics, de Lalo Flores). Se llama Metagenomi, compañía que todavia necesita luz verde por parte del regulador local para cumplir su objetivo.
Fue en 2016 cuando el científico estadounidense experto en bacterias, Brian Thomas, decidió explorar los usos de estos organismos en el mundo privado. Mientras el investigador de Berkeley desarrollaba la idea, lo conectaron con Sebastián Bernales, bioquímico chileno que por esos momentos terminaba su doctorado en biología celular en la Universidad de California.
El académico nacional se interesó en el negocio y se unió como cofundador. Lo bautizaron Metagenomi. En medio de ese proceso ingresó Eduardo Ergas, socio de Ecocopter, quien financió un año completo de investigación. El empresario también organizó una serie de almuerzos donde salieron varios inversionistas nacionales, como Isidoro Quiroga, José Luis del Río, Pablo Prato, Alejandro Tocigl y Alex Seelenberger.
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En 2020 se constituyó Humboldt Fund, brazo VC que manejan los chilenos Benjamín Quiroga y Sebastián Bernales, además del venezolano Francisco Opazo, con el objetivo de invertir en ciencias y biotecnología. Fueron ellos quienes lideraron la Serie A de Metagenomi, donde también entró el gigante Bayer.
Luego, vendría una Serie B, liderada por Novo Holdings, la matriz de Novonordisk (una de las biotechs más grandes del mundo, responsables de la inyección para bajar de peso), cuyo CEO, Lars Fruergaard Jorgensen, fue nombrado personaje del año por el Financial Times. También entró SymBiosis, de la familia Walton, dueños de Walmart.
Metagenomi, valorizada en más de US$ 800 millones -según comentan personas al tanto-, ha levantado cerca de US$ 390 millones y tiene 223 empleados.
IPO a la vista
Hoy, esos tempranos inversionistas están sacando cuentas alegres. A principios de enero Metagenomi presentó una extensa documentación ante la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU (SEC, por sus siglas en inglés) para sacar a bolsa sus medicamentos genéticos. La empresa había insinuando una IPO a lo largo de la segunda mitad de 2023 y ahora lo concretó.
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Buscan cotizar en el Nasdaq bajo la etiqueta MGX, porque es el principal mercado de valores del mundo que está centrado en firmas tecnológicas, científicas e informáticas. Ahí, por ejemplo, se transan papeles de los gigantes como Meta, Moderna, Alphabet (Google), Amazon, Nvidia, entre otros.
En el proceso, están siendo asesorados por JP Morgan, TD Cowen, Wells Fargo, el banco de inversión Jefferies, entre otros actores de Wall Street, mientras que, en el ámbito legal, están con Goodwin, uno de los estudios jurídicos más grandes a nivel global. En total, el informe presentado ante la SEC supera las 350 páginas. Esperan recaudar cerca de US$ 100 millones, explican conocedores de la operación.
Según la presentación ante la SEC, las sociedades con más del 5% de las acciones de Metagenomi son Bayer, Humboldt, Moderna, Sake Holdings (de Eduardo Ergas y Sebastián Bernales) y entidades vinculadas a dos venture capital norteamericanos: Sozo Ventures y RA Capital.
¿Qué hacen?
Metagenomi desarrolla terapias para enfermedades genéticas. En su página web explican: “Metagenomi es una empresa de edición genética comprometida con el desarrollo de terapias potencialmente curativas mediante el aprovechamiento de un conjunto de herramientas propias de sistemas de edición genética de nueva generación para editar con precisión el ADN donde las tecnologías actuales no pueden (...) Nuestro objetivo es revolucionar la edición de genes en beneficio de los pacientes de todo el mundo”.
Dirigida por Brian Thomas, Metagenomi utiliza la tecnología de edición genética para desarrollar terapias potencialmente curativas para malestares metabólicos, hemofilia A, enfermedades cardiovasculares, trastornos del sistema nervioso central y fibrosis quística.
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En pocas palabras, la metodología de la compañía -basada en la metagenómica- comienza con la recolección de muestras de ecosistemas ricos en microbios, como el jardín de una casa. Luego, extraen el ADN de estas muestras medioambientales y las secuencian para reconstruir los genomas de los microbios residentes.
Cada muestra puede incluir miles de genomas de distintos de organismos que revelan nuevas maquinarias celulares que la compañía utiliza como bloques de construcción para sus sistemas de edición. Gracias a una serie de herramientas, como la inteligencia artificial, extraen miles de millones de nuevas proteínas para crear herramientas de edición genómica.
La clave de esta tecnología radica en CRISPR, la tecnología de edición genética que permite modificar el ADN de cualquier célula con mucha precisión y facilidad. Se basa en un sistema natural que usan las bacterias para defenderse de los virus, cortando y pegando trozos de ADN. Por muchos expertos es considerado una revolución en la ciencia. Los primeros papers sobre esta materia se publicaron en junio de 2012 y diez años después se aprobó la primera droga.
Thomas era parte del laboratorio de Berkeley cuando se descubrió CRISPR y la responsable de este hito, Jennifer Doudna (premio Nobel de química), participó en los inicios de Metagenomi.
Acuerdo con Moderna y nuevas contrataciones
En noviembre de 2021, la biotech anunció una colaboración con Moderna, la firma que -entre otras cosas- produjo vacunas para enfrentar el Covid-19. Con ellos, anunciaron que desarrollarán “una serie de terapias de edición genética en vivo contra objetivos no revelados. Metagenomi utilizará su amplia gama de sistemas de edición de genes en combinación con las tecnologías de ARNm y PNL de Moderna para desarrollar terapias contra enfermedades genéticas”. Esta colaboración trajo consigo una inversión de capital como nota convertible.
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En línea de la profesionalizacion de la compañía, en noviembre del año pasado anunciaron el nombramiento del PhD Luis Borges como director científico y de la MBA en Columbia, Pamela Wapnick como CFO.
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