En medio del profundo clima de desconfianza con la clase política que atraviesa el país, los partidos tradicionales se han llevado la peor parte. De ello da cuenta la última encuesta Plaza Pública Cadem, según la cual los mejor evaluados son los partidos políticos emergentes.
Entre los que lideran la buena aprobación destacan Revolución Democrática (40%), Evópoli (33%), Ciudadanos (32%) y Amplitud (30%); pese a tener una evaluación negativa de 28%, 38%, 28% y 36%, respectivamente.
Desde el año 2014, cuando estallaron los primeros casos de corrupción en el financiamiento de las campañas políticas, las colectividades tradicionales comenzaron a bajar particularmente en la aprobación ciudadana. Ese efecto lo revela este estudio, ya que ninguno de estos partidos supera el 22% de aprobación respecto de la forma como están desarrollado su labor, porcentaje que sólo alcanza Renovación Nacional, mientras que el PPD -principal plataforma política del ex presidente Ricardo Lagos para su campaña presidencial- es el peor evaluado, llegando sólo a un 15%.
Los partidos más jóvenes no sólo tienen la evaluación positiva más alta, sino también la negativa más baja; las colectividades tradicionales, en cambio, arrastran altas cifras de evaluación negativa frente a las positivas que son muy bajas.
Sin embargo, entre estos últimos parece darse la coincidencia de que aquellos que tienen candidatos presidenciales identificados resultan ser los mejor evaluados por la ciudadanía, lo que se podría interpretar como que sus figuras contribuyen a levantar a los partidos, pese a las permanentes disputas que el tema presidencial genera en ambas coaliciones.
Es así como entre las colectividades tradicionales, el Partido Radical alcanza la evaluación positiva más alta respecto de la forma cómo está desarrollando su labor, llegando al 21% y negativa de un 45%, lo que podría interpretarse como un efecto de la popularidad alcanzada por su figura presidencial, el senador Alejandro Guillier, y por el hecho de tener resuelto ese debate al interior del partido.
En el otro extremo, están el PPD, el partido que está al final de la tabla con un 15% de evaluación positiva y un 56% de negativa; mientras que la UDI llega 17% versus 60%, el partido con mayor rechazo a su labor junto con el PC cuyo factor positivo es de 19%; la DC alcanza el 18% versus 56%; y el PS al 20% versus 54%. En contraste las cifras negativas de los partidos más nuevos fluctúan entre el 28% y 36%.
Las cifras revelan que Revolución Democrática -cuya figura más reconocida por la opinión pública es el ex líder estudiantil y actual diputado, Giorgio Jackson- tuvo su peak de valoración positiva de su labor en enero de 2015. En ese entonces llegó al 45% de valoración, por lo que la última medición da cuenta de que el movimiento está recuperando esa posición.
Pero el partido que ha mostrado una mayor y más brusca caída en la evaluación de la opinión pública es el Partido Progresista (PRO), que de llegar a marcar un 47% en enero del año 2015, en esta última encuesta sólo llega al 21%. Estas bajas cifras podría dar cuenta de la situación judicial que afecta a su fundador y candidato presidencial, Marco Enríquez-Ominami, quien está siendo investigado por eventuales irregularidades en el financiamiento de su campaña presidencial.
Este último sondeo Plaza Pública Cadem también da cuenta de que el Congreso sigue siendo la institución peor evaluada por la ciudadanía, pese a que esta semana presentó una leve alza de 10% a 13% de aprobación a la forma cómo está desempeñando su trabajo, lo que también revela que las medidas de probidad adoptadas no son percibidas por la gente.
Último sondeo 2016 sobre presidenciales: Guillier avanza y Piñera cae levemente
El 2016 ha sido un año de avances para Alejandro Guillier, pero en las encuestas. Y es esta tendencia la que logró mantener durante la última semana del año, cuando subió desde 19% a 25% en la percepción sobre quién será el próximo presidente, independiente de la intención de voto.
El alza más importante de todos los demás candidatos, donde los ex presidentes interesados en el sillón presidencial no tuvieron la misma suerte. El ex presidente Sebastián Piñera anotó una leve baja desde 39% a 38% ante la misma pregunta: ¿Quién cree usted que será el próximo presidente de Chile? Para Ricardo Lagos la tendencia es la misma, donde retrocedió dos puntos porcentuales cerrando el 2016 con un 5% de las preferencias.
En tanto, aparece el ex canciller José Miguel Insulza con un 1% de preferencias.
Frente a la consulta sobre cuál sería el candidato por quién usted votaría, el crecimiento del senador independiente y apoyado por el partido Radical también destaca por sobre los demás. Guillier avanza desde el 15% al 19%, mientras que su contendor más cercano es Sebastián Piñera, quien se mantuvo en el 23%.
Otra variable que también destaca es el alto nivel de abstención de votos que permanece en el 42%.
Frente a la gestión del gobierno, este mantuvo su nivel de aprobación en el 22%, mientras que la
desaprobación cerró 2016 en 68%, lo que implica un descenso de 45 puntos porcentuales desde el inicio de su gobierno, en marzo de 2014.
Los chilenos adeptos a su gestión han bajado 21 puntos porcentuales en lo que va de su gobierno. Las relaciones internacionales siguen siendo el área mejor evaluada (53%).
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