El pasado 12 de marzo el empresario agrícola Juan Sutil cumplió un año al mando de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), un período en el que sincera debió reestructurar una y otra vez las prioridades del gremio y los focos de trabajo a raíz de la propagación de la pandemia.
“Me iba a preocupar del crecimiento, de los temas de la empresa y gremiales, que son naturalmente importantes para nosotros. Pero aquí hemos estado en todas. Y eso tiene un desgaste enorme. Primero, para estar 24/7 hay que tener resistencia, y uno va gastando su energía, es natural. Y, en lo personal, siento que estoy muchísimo más cansado. Y eso que yo he sido siempre un buen trabajador”, relata.
Pese a todo, se muestra orgulloso del rol que han tenido los empresarios en la crisis sanitaria, aunque reconoce que el diálogo con los diferentes actores ha sido, a ratos, muy complejo.
- ¿Y cómo convive con las críticas a su persona? En Twitter, por ejemplo, las críticas son duras...
- Creo que el tuitero es una buena persona. Sin embargo, los tuiteros son malas personas en el sentido de que no es uno, sino que muchas veces son orquestas, para mí eso lo orquesta un grupo radical de ultra izquierda y un grupo radical anárquico o antisistema. Yo creo que las redes sociales le hacen mal a la convivencia.
- Llevándolo a la contingencia, hace unos días vimos a representantes de la CPC plantear en el Congreso sus reparos al impuesto al alto patrimonio, pero se mostraron abiertos a revisar el tema de las exenciones tributarias. ¿En qué consiste su propuesta?
-Hay exenciones tributarias que me parece pueden ser revisables y pueden generar recaudación, y quizá no están adecuadas para estos tiempos.
Pero respecto al impuesto al patrimonio, lo relevante y lo que explicamos en la sesión, es que gran parte de los países que lo han aplicado, finalmente lo han derogado. A nosotros nos parece que este impuesto es inadecuado, no ha resultado positivo en países mucho más ordenados y serios del punto de vista de su desarrollo, como son los europeos.
- Usted habla de que es necesario revisar algunas exenciones ¿pero particularmente cuáles?
- Yo estoy en la línea que tuvo el ministro Briones de haber solicitado un informe que revisó estas exenciones, y que fue presentado por economistas como Rodrigo Vergara o Rodrigo Valdés. Ahora, está en manos del Ministro Hacienda, entiendo que es un informe que se le está haciendo incluso una revisión adicional. Eso es acorde a lo que los propios organismos internacionales, como el FMI, el Banco Mundial y la OCDE, han recomendado. Y estoy a la espera de sentarme a discutir cuál es la propuesta de aquellas exenciones de parte de la autoridad y de los proponentes de esta revisión y ahí nosotros poder contribuir también con nuestra opinión de cuáles son aquellas que consideramos que es correcto o razonable eliminar y hay otras que se podrían perfeccionar.
- ¿Pero tienen identificadas las que se deben eliminar? La renta presunta y el beneficio del diésel a los camioneros no resisten análisis técnico a estas alturas...
- Respecto a la renta presunta, por supuesto que estoy en desacuerdo. No ahora, he estado siempre en desacuerdo y creo que ahí hay que aplicar y ordenar como corresponde.
Sobre el impuesto a los combustibles no logro entender por qué puede haber resistencia, dado que, en el caso del transporte, cuando tienes un mayor costo, ese costo finalmente se va a traducir en precio y en el costo de quien toma el servicio, no en el caso del transportista.
Después hay exenciones, como por ejemplo el IVA en la construcción. Aquí yo, en vez de tener una exención, prefiero con esa recaudación mejorar el subsidio y ese subsidio darlo directo a la demanda más que regular la oferta a través de una exención tributaria.
Y así puedes ir revisando una a una de estas exenciones y algunas las puedes eliminar y otras las puedes corregir o atenuar. Y yo creo que habría que ir mirando una a una.
Ahora, yendo de lo más fácil a lo más difícil, sí, efectivamente la renta presunta creo que es un elemento que habría que corregir.
- ¿Cuál es la mejor fórmula para que lleguen más recursos a las arcas fiscales?
- Hay que mirar el tema en su conjunto. Una cosa es la recaudación, y Chile sí tiene un buen porcentaje de recaudación y de formalidad respecto a otros países, especialmente en Latinoamérica. Y de eso debiéramos sentirnos orgullosos. Pero esa recaudación debe tener un buen destino.
Las personas pagan muchos tributos. Si fumas, pagas el impuesto a los cigarrillos, por cada botella de vino también se paga un impuesto adicional y así. En mi caso, como empresario, debo pagar impuestos sobre utilidades de las empresas, combustible y otros.
Entonces, uno dice bueno, si el país lo necesita los podemos discutir, el problema es otro, es cómo gastas los recursos y cuán eficiente es, y ahí estamos al debe, porque hay programas sociales que son mal evaluados, que son pura burocracia y no les llega la plata a la gente.
“Es interesante que AFP cambien de posición”
-La nueva presidenta de las AFP propuso una pensión básica universal ¿Le convence esta idea?
- Primero, es interesante que las AFP cambien de posición y de mirada, y en vez de estar en una postura de hacer bien las cosas, las inversiones, de estar fuera de la discusión pública, hoy toman la decisión a través de la señora Alejandra Cox -que los representa muy bien- de salir a la arena pública y hacer propuestas. Y ella hace esta propuesta, que me pareció muy interesante, de mejorar la cancha.
Todas esas cosas uno las puede seguir mirando. Y como yo tengo una mentalidad más bien empresarial, uno dice bueno, ok, si vamos a hacer esto con qué recursos y con qué presupuesto y con qué gradualidad lo podemos implementar. Y, desde ese punto de vista, me parece bien que la Asociación de AFP y ella como presidenta hagan propuestas para mejores políticas públicas.
- La reforma de pensiones no avanza nada en el Congreso. ¿De quién es la mayor responsabilidad: Gobierno u oposición?
- Es un fracaso del sistema político, porque no es un problema del Gobierno y de la oposición actual, es un problema que tiene décadas, llevamos más de 15 o 20 años y nadie se ha atrevido a poner el cascabel al gato. Y los que le ponen el cascabel al gato en este régimen democrático son los diputados y los senadores, ellos no se han puesto de acuerdo, ellos no han podido avanzar.
Este fracaso del sistema político lo refleja esta ley y también lo que ocurre en La Araucanía.
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