Consejo Constitucional: las nueve claves que marcaron la jornada electoral

Con la elección del Consejo Constitucional, paritario, comienza el grueso del proceso de redacción de la nueva Carta Magna. Los 51 consejeros –uno de los candidatos mapuche logró lo impensado, llegando al organismo- deberán afinar el anteproyecto que evacuará la Comisión Experta de aquí al 6 de junio, en un proceso promovido y tutelado por los partido políticos y en el que, paradojalmente, no participó el ganador de estos comicios: el Partido Republicano. Este proceso contrasta con la fallida Convención Constitucional, en muchos aspectos; pero el principal es que los consejeros no comenzarán la redacción del nuevo texto desde cero; sino que lo harán a partir del anteproyecto que le heredará la Comisión Experta. Sin embargo, los números de esta elección dan cuenta –coinciden los cientistas políticos Marco Moreno y Kenneth Bunker- de que el Presidente Gabriel Boric no ha aumentado su base de apoyo original desde la primera vuelta presidencial (25,8%), pues Unidad para Chile solo alcanzó el 28,45%. Pero también que la oposición administró el Rechazo (61,86%) en el plebiscito, haciéndose con el 62,08% de los votos en este proceso.

1 El Partido Republicano arrasa
Con un resultado que fue más allá de lo esperado -como partido superó la votación de los pactos y las colectividades-, el Partido Republicano arrasó en la elección del Consejo Constitucional apropiándose de 22 escaños con los que puede ejercer por sí solo derecho a veto (21 votos como máximo). La colectividad, encabezada por el exdiputado Arturo Squella, que emergió con fuerza en la pasada elección parlamentaria y se negó a participar en el proceso político que concluyó en este segundo proceso constitucional, será la que liderará el consejo y que teniendo derecho a veto, podrá también avanzar en las propuestas de su interés a través de acuerdos políticos con Chile Seguro. La hegemonía de la derecha está en manos del Partido Republicano y a la derecha tradicional solo le resta una decisión –dice Moreno- o buscar un pacto de gobernabilidad con el oficialismo representado en el consejo o sumarse a republicanos. Todo indica que esto último es lo más probable, por las declaraciones de algunos de los dirigentes de Chile Seguro (UDI, RN y Evópoli). En contraste al Partido Republicano, el Partido de la Gente (PDG) sufrió una derrota tan sonada como su triunfo al llegar al Congreso.

2 Composición del consejo y sello de la nueva Constitución
El Partido Republicano llega al consejo con fuerza, ya que junto a Chile Seguro logra los 3/5, para avanzar en una propuesta con un sello propio. En la colectividad de José Antonio Kast saben que tienen más de lo que hubieran esperado, ya que no solo tienen en su poder el derecho a veto, sin que el oficialismo pueda hacer mucho más que actuar como un mero espectador; sino que, además, tiene la oportunidad de dejar su impronta en el nuevo texto constitucional, imponiendo entre otras cosas una Constitución minimalista.

3 Desaparición de la centroizquierda y el regreso del péndulo
El magro resultado del pacto Todo por Chile (PPD, DC y PR), que solo llegó a 8,96% -sin obtener ningún consejero-, da cuenta de que el péndulo político se volvió a mover, esta vez hacia la derecha. Y que la moderación es algo que va en contra de la postura del electorado. Por lo que esos partidos, cuya estrategia de largo plazo está basada en la moderación, tendrán que hacer un esfuerzo para sobrevivir a la próxima elección.

4 El plebiscito al Gobierno
Tanto los partidos oficialistas como el propio Gobierno y el Presidente Gabriel Boric se esmeraron en hacer comprender a la ciudadanía que esta elección no era un plebiscito a la actual administración, pero no se logró ese cometido. Por el contrario, el relato coyuntural del Partido Republicano le pasó la cuenta a la actual administración. La crisis de seguridad, de migración, la mala situación económica, el desempleo y otros fueron los temas por los que se pronunció la gente que votó. El Partido Republicano se impuso, representando las preocupaciones de los chilenos, aun cuando no es seguro que ese relato sea de largo plazo, dice Bunker.

Los análisis de los discursos, tanto del mandatario como de algunos dirigentes de los partidos oficialistas, permiten avizorar que el Presidente y su entorno actuarán con el pragmatismo del que ya venían haciendo gala y tendrán que ceder de manera significativa para cumplir al menos con los aspectos emblemáticos de su agenda.

5 Agenda del Gobierno a futuro
El resultado inesperado de esta elección pone en tela de juicio el futuro de la agenda programática y política del Gobierno de Boric. La contundencia de las cifras permite dudar acerca del destino de la reforma de pensiones, si será viable sacar adelante una reforma tributaria y en qué términos; en fin, si el Gobierno logrará cumplir aunque sea en parte con el programa que le ofrecieron a la ciudadanía para instalarse en La Moneda.
Los análisis de los discursos, tanto del mandatario como de algunos dirigentes de los partidos oficialistas -que llaman a buscar acuerdos y no cometer los errores que hubo en la Convención Constitucional y que llevaron al fracaso del proceso- permiten avizorar que el Presidente y su entorno actuarán con el pragmatismo del que ya venían haciendo gala y tendrán que ceder de manera significativa para cumplir al menos con los aspectos emblemáticos de su agenda, aunque mucho más moderados en relación a las aspiraciones generales.

6 Carrera presidencial
El resultado de esta elección abrió otro flanco que le hará difícil los próximos tres años al Gobierno, y es que para la derecha comienza a correr desde ya la carrera presidencial, donde la figura del líder republicano José Antonio Kast es la que se impondrá en los próximos meses. Esto tendrá el efecto de adelantar también la carrera en Chile Vamos, donde la UDI se verá forzada a levantar una figura fuerte que le haga el peso a Kast. Y es allí donde cobra relevancia la alcaldesa de Providencia, la gremialista Evelyn Matthei.

7 La hegemonía en la izquierda
En la izquierda se impuso el Partido Comunista sobre el Partido Socialista en cantidad de votos -pero no en consejeros-, lo que significa que con un escenario ya complejo para el Gobierno, la colectividad de Guillermo Teillier podría comenzar a imponer sus ideas y su propio itinerario ejerciendo una mayor presión sobre el Ejecutivo. Pero, además, políticamente se podría ver tentado a exigir una mayor cuota de poder en la actual administración. Moreno explica que, por ejemplo, va a ser complejo sostener a la ministra del Interior Carolina Tohá, quien en los próximos días enfrenta una interpelación, con una gestión cuestionada y con un partido que incluso fue menos votado que la DC en este proceso, en el que insistió en que el oficialismo fuera dividido, con las consecuencias que ya se vieron.

8 Nulos y participación
Un 81,9% de participación, con casi 12 millones y medio de electores que concurrieron a las urnas, es considerado por los analistas como un buen proceso y bastante más votación de la esperada. Sin embargo, estas cifras -dice Moreno- mantienen el clivaje Rechazo -Apruebo en esa elección, lo que además queda en evidencia con las cifras. Mientras que el voto “moderado de centro” se licuó y con ello comienza a desaparecer la exConcertación, que sobrevivía mayormente en los partidos que no llegaron al Consejo Constitucional, como el PPD, la DC y el Partido Radical.

9 ¿Cómo quedaron repartidos los escaños del consejo?
Finalmente, el Consejo Constitucional quedó conformado de la siguiente manera: por lejos lo domina el Partido Republicano con 22 escaños; seguido por Chile Seguro, donde se impone la UDI con seis escaños, a continuación RN con cuatro y Evópoli con uno. En la coalición oficialista, el diseño está encabezado por el Partido Socialista que logra seis escaños; seguido por RD y CS con cuatro cada uno; el PC con dos y Comunes con uno.