Presidente del Senado critica lo que denomina “voltereta” del gobierno en el debate

“La voltereta”. Así tituló su columna de opinión como presidente del Senado, Camilo Escalona (PS), tras el rechazo de la idea de legislar de la reforma tributaria, que envió la iniciativa directamente a una comisión mixta.

“Luego de negarse obstinadamente a abrir una posibilidad de acuerdo en el proyecto de ley sobre reforma tributaria, en un viraje sorpresivo, el gobierno abandonó el esfuerzo en que aparecía empeñado e irreductible de forzar su aprobación, incluso generando división en los opositores, para provocar el rechazo de su propia propuesta en la sesión del Senado”.

Según el texto, “la derecha ha justificado esta voltereta señalando que así llega a la comisión mixta todo el proyecto rechazado, lo que presuntamente, le daría un mayor poder de negociación a su gobierno”.

El titular de la Cámara Alta sotiene que es una “extraña lógica” y se pregunta por los efectos políticos. “Una vez más, ministros y parlamentarios de derecha parecen vivir en una burbuja, ya que el país en su conjunto no puede creer que este sea un tema de vericuetos reglamentarios de un trámite de ley y no el impacto de decenas de miles de estudiantes demandando el fortalecimiento de la educación pública”.

A su juicio, “Piñera y su gobierno al favorecer con beneficios tributarios a la educación particular estaban propinando un golpe de gracia a la educación pública; ahora el proyecto está rechazado y el gobierno dice que no abandonará a la clase media; los hechos lo desmienten, el tan mentado apoyo a la clase media yace en el piso, en coma profundo, pues el propio Ejecutivo así lo decidió”.

Y agrega que “el viraje de la táctica de la derecha refleja, de manera involuntaria naturalmente, el cambio que se ha producido en la opinión nacional, que apunta al rescate y reforzamiento de la educación pública, pues un país no puede ser sólo mercado, se necesita para el futuro de la nación una base sólida de un sistema educacional mixto y pluralista en que se asegure que los hijos del sector de menos ingresos no estará condenado a concurrir a una enseñanza para pobres, que acentuará su segregación y marginalidad. Para evitar ese designio se necesita la educación pública”.