Esta semana los dos grandes actores de la industria cervecera mundial, SAB Miller y Anheuser-Busch InBev, lograron un acuerdo para fusionarse después de que la primera aceptase la propuesta de compra del grupo belga-brasileño por US$ 109.000 millones.
Aunque el proceso se encuentra en etapa inicial, el mercado ya tiene analizado el nuevo escenario que se dibujará a nivel local: aumento del portfolio de marcas premium que estará disponible en el país, el fortalecimiento de Cervecería Chile (filial de AB InBev) y, por consiguiente, una mayor competencia para CCU, ante el fortalecimiento de dos compañías con presencia local, ya que SAB Miller también trae actualmente sus productos.
Según analistas, en adelante podría haber cambios en la representación de algunas marcas. Esto, porque CCU, Desa y Concha y Toro, que distribuyen estas cervezas en el país, podrían dejar de contar con estos acuerdos, a medida que vayan venciendo los contratos que tienen con AB InBev o SAB Miller.
Es esperable, por ejemplo, que Budweiser, que pertenece a AB InBev y es distribuida por CCU, pase a manos de Cervecería Chile a finales de este año, cuando expire el contrato de distribución, según Tomás Sanhueza, analista de consumo de IM Trust.
En la industria se da como un hecho que Cervecería Chile tomará mayor protagonismo, esto porque podrá traer nuevas marcas e, incluso, se cree que Distribuidora Peumo -de Concha y Toro- podría pasar a sus manos. Así, las AB InBev y SAB Miller llegarían al país bajo el mismo paraguas y podrían potenciar su oferta premium, con marcas como Miller o Peroni. La presencia en el mercado de Cervecería Chile escalaría de 22% al 25%.
El escenario para CCU
Entre analistas concuerdan que CCU, que hoy tiene el 75% del mercado cervecero, tendrá que afrontar una mayor competencia.
“El grupo CCU ha ido perdiendo market share, salvo en el último tiempo, que ha destinado más inversión a gastos de marketing y posicionamiento de marcas. Por eso, hemos visto que CCU ha querido reforzar su oferta de marcas con nuevas incorporaciones, como la cerveza Sol, que además, tienen un perfil similar a otras marcas de la competencia”, explica Sanhueza.
“Tanto SAB Miller como AB InBev son muy agresivas en términos de marketing y posicionamiento de marcas, por lo que hay un riesgo para las cerveceras en el sentido de que va a ser más difícil competir en el mercado local. De hecho, dado que se van a incluir las marcas de SAB Miller al mercado, se pondrá mucha presión a las compañías, sobre todo a CCU, que queda fuera de esto”, agrega.
Pese a lo anterior, los analistas concuerdan en que la fusión entre las dos grandes no significará una traba para la libre competencia y generará un mayor crecimiento del mercado.
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