Si en 2010 los proyectos rechazados durante la tramitación ambiental sumaron 58, el año pasado sólo 22 iniciativas se enfrentaron con la negativa de la autoridad, representando la menor cifra en al menos cinco años.
No solo eso. Según las cifras del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), la inversión involucrada en este ítem cayó desde US$ 12.587 millones en 2017, a US$ 4.404 millones el año pasado.
En este balance, el director ejecutivo del SEA, Hernán Brücher, destaca la “baja significativa en el número de proyectos rechazados: de 36 proyectos en 2017 a 22 en 2018”, con una disminución de 39%. Asimismo, explicó que la cifra del año pasado es “inferior a las 39 iniciativas de 2014, a las 26 de 2015 y a las 31 de 2016”.
En paralelo, las cifras del SEA revelaron que los proyectos aprobados saltaron de 356 a 393 entre 2017 y 2018, anotando un alza de 10%. Con ello, el monto de inversión involucrada creció de US$ 23.850 millones a US$ 25.586 millones.
Al respecto, el director ejecutivo del SEA indica que “efectivamente los proyectos calificados ambientalmente favorables en 2018 aumentaron en 37 proyectos y en más de US$ 1.700 millones, en comparación a 2017”.
La visión de los expertos
Sin embargo, la lectura de estas cifras tiene distintas interpretaciones entre los especialistas.
Para algunos expertos, el monto de las inversiones rechazadas este año sigue siendo abultado, considerando que aún se está lejos -por ejemplo- de los US$ 509 millones puestos en jaque en 2016 previo al salto, dando cuenta del incremento de las exigencias técnicas de la autoridad en los últimos años que ha desincentivado proyectos relevantes.
Otros ponen atención en el perfil de los proyectos rechazados en 2018, donde sólo uno de ellos involucra US$ 4.000 millones. Se trata de la Termosolar Bundang-Gu Calama, de Andes Green Energy SPA, que ha ingresado al sistema en otras oportunidades sin éxito.
Esto se compara con las iniciativas más relevantes que no recibieron aprobación en 2017, como son los casos de Dominga de Andes Iron SpA (US$ 2.500 millones), Trébol Solar Copiapó de Abengoa Solar Chile (US$ 2.200 millones) y Fotoelectricidad El Loa de Andes Green Energy SPA (US$6.500 millones).
El director ejecutivo del SEA recuerda que el balance del año pasado se ve fuertemente influido por la inversión en Bundang-Gu Calama. “La tasa de rechazo volvió a lo que se anotó en años anteriores, ya que sin el proyecto señalado se alcanza a US$ 404 millones”, explica. La autoridad destaca que la gestión del SEA en 2018 estuvo centrada en mejorar, por ejemplo, los procedimientos de evaluación, y “asegurar una evaluación de impacto ambiental transparente y técnica”.
El experto Jorge Cash plantea que, más allá de la cantidad de proyectos rechazados, “un hecho cierto es que existe una confusión generalizada que afecta al inversionista sin distinción de tipología de proyectos y que de algún modo debe abordarse en el marco del proyecto de reforma al SEIA”.
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