Mayor estabilidad política en el nuevo gobierno de Brasil
- T+
- T-
Compartir
Lentamente la economía de Brasil está comenzando a dar señales de vida, más allá de la profunda recesión en la que se encuentra. Eso se debe, en gran medida, a que el precio de los commodities se ha estabilizado y a que han disminuido los temores sobre un aterrizaje forzoso de China.
También tiene que ver con un efecto de base de comparación más favorable, ya que las nuevas cifras lucen mejores frente al horrendo panorama del año pasado.
Pero no hay que pasar por alto la importancia del factor político, con los inversionistas agradeciendo la mayor estabilidad del nuevo gobierno, luego de que el presidente interino, Michel Temer, aportara a la actual administración su gran manejo de las fuerzas parlamentarias.
Pero ese elemento ahora vuelve a peligrar, luego de que los escándalos de corrupción finalmente alcanzaran al sucesor de Dilma Rousseff. Tal como muchos analistas advertían desde un principio, Temer, quien hasta ahora se había mantenido inmune a las denuncias, finalmente se vio involucrado directamente, tras las declaraciones del empresario Marcelo Odebrecht, en el marco de un acuerdo de delación compensada.
Estas denuncias podrían anticipar el resurgimiento de la incertidumbre política y económica en Brasil.
