"Necesitan mostrar triunfos frente a quienes los financian"

Un amargo desayuno tuvo el pasado miércoles el presidente de SalmonChile, César Barros. Como de costumbre revisó la prensa y se encontró con una bomba. Una de las principales cadenas de Estados Unidos, Safeway, prohibió la venta de salmones chilenos por estar afectados con el virus ISA.

Desde entonces, Barros no ha parado. Reuniones con sus representados y llamadas a Estados Unidos, donde reconoce que no ha encontrado respuesta alguna de parte del New York Times, medio que inició la semana con críticas a la industria local, lo que lo tiene irritado,  reconoce.

Para el dirigente no hay otra explicación que una acción concertada, que daña finalmente la imagen país, de parte de instituciones ambientalistas de carácter “extremista”, como él las define. 

- Hasta ahora, es sólo una cadena, ¿descartan que no se replique en otros supermercados estadounidenses?

- Nosotros no podemos descartar nunca nada. Habría que preguntarle a cada uno de ellos...

- ¿Y no lo han hecho?

- Las empresas entiendo que lo han realizado. Es rol de las compañías hacerlo, para eso están sus gerentes comerciales, pero no es un rol de SalmonChile. Uno no puede descartar cosas hasta que el caso esté cerrado.

- ¿Quién cree que está detrás de todo esto?

- Me cargan las hipótesis. Han salido conjeturas que están detrás los productores estadounidenses, o que serían los canadienses. Lo que sí creemos es que la campaña destructiva de ciertas organizaciones ambientalistas, y quiero recalcar el ciertas organizaciones, porque no son todas, sin duda alguna crearon un terreno fértil para que un periodista, en forma maliciosa y tendenciosa, hiciera lo que hizo.

Si no hubiera existido todas esas acusaciones, no hubiese pasado, ya que en el fondo el artículo recoge una por una estas acusaciones que han hecho las organizaciones ambientales extremistas.

- ¿Cuáles son las extremistas?

- Yo no quisiera dar nombres porque no vale la pena, pero ellos saben quiénes son y nosotros sabemos quiénes son.

- Entonces, no hay inconveniente en que me diga quiénes son.

- Ecoceanos, Marcel Claude -que lo hizo cuando era parte de Terram y ahora lo hace por su cuenta-, el Observatorio Laboral y Ambiental de Chiloé (Olach). Éstos son ambientalistas cuando les resulta y cuando no, son laboralistas. Ellos son. Esta ha sido una labor importante de estas organizaciones. A ello, se suma la labor de algunos dirigentes y líderes de opinión en la zona que le han puesto leña al fuego, y tienen su vigésimo en el cuento.

- ¿Qué persiguen estas organizaciones, extremistas como usted llama, con los ataques a la industria?

- Para el caso de las organizaciones ambientalistas es súper simple. Ellos necesitan mostrar triunfos frente a quienes los financian. Entonces, ellos dirán que pusieron de rodillas a la industria y, por lo tanto, valdrá la pena que los financien.

- ¿Qué acciones tomarán como gremio y como industria para defenderse de estas acusaciones?

- Ya lo estamos haciendo. Tenemos un plan con el gobierno de largo plazo para tener una regulación más acorde con los nuevos desafíos que tiene la industria, la cual ya no es la misma que cuando esas regulaciones se dictaron, y que va a ser muy distinta también, porque es una industria que sigue creciendo, que es dinámica y que enfrenta nuevos desafíos.

- ¿Por qué lado deben ir esas nuevas regulaciones?

- Por el lado de crear ambientes de control frente a crisis sanitarias.

- ¿Ha sido laxo el tema en Chile?

- No es que sea laxo, sino que nosotros por estar más lejos, no habíamos tenido este tipo de problemas, pero apenas ocurrieron la industria se movió muy rápido a hacerlo.  Nadie es tan visionario como para poner en su regulación cosas que podrían pasar en diez años más, y todos, por supuesto, somos generales después de la batalla y ahora muchos dicen “les dijimos que pasaría esto”, pero yo desafío a cualquier ambientalista a que diga que en Chile había una posibilidad que tuviéramos ISA. ¡Qué alguien levante el dedo!

- Dice que no había como predecir...

- Había cómo predecir, pero nadie dijo qué es lo que había que hacer en caso de que llegase. Nadie lo dijo.

- Si nadie lo dijo, ¿no es un error entonces de la industria el no haber hecho un plan para el ISA?

- Probablemente es un error. Claro que es nuestro error, pero como dije, es fácil ser general después de la batalla.

- ¿Todas las acusaciones son falsas? ¿Todos y cada uno de los antibióticos son permitidos en Estados Unidos?

- Si hubiera trazas de antibióticos no permitidas por Estados Unidos, no permitirían el ingreso de los peces. La FDA vigila rutinariamente este cuento y nunca han encontrado un producto que se escape de sus estándares. ¡No se puede usar de forma indiscriminada productos prohibidos!