Ilegal y oportunista. Así describieron autoridades de Alemania y Austria una moción del Senado estadounidense, que pretende imponer sanciones económicas contra Rusia, a quien acusa de interferir en la campaña presidencial del año pasado.
La medida –aprobada el miércoles con una mayoría aplastante de 97 votos a favor y dos en contra, pero que aún debe ser confirmada en la cámara baja– busca castigar a Moscú, pero también incluye una disposición para castigar a empresas que inviertan, vendan o entreguen “bienes, servicios, tecnología, información y respaldo” a proyectos para exportar energía desde Rusia.
La medida apuntaría al gasoducto Nord Stream 2, que podría unir a Rusia con Europa y que generaría más competencia para los hidrocarburos que exporta EEUU. De concretarse, las sanciones podrían afectar a empresas del continente como Shell, Engie y OMV.
En un comunicado conjunto, los gobiernos en Berlín y Viena criticaron a Washington por lo que consideran “oportunismo económico”.
“El suministro energético de Europa es un tema europeo, y no de Estados Unidos”, señaló el documento, firmado por el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Sigmar Gabriel, y el canciller austríaco, Christian Kern.
“No podemos aceptar (...) la amenaza de sanciones extraterritoriales ilegales contra empresas europeas que participen en el desarrollo del suministro energético europeo”, agregaron las autoridades. Para ellos, “la meta es asegurar trabajos en las industrias de petróleo y gas en EEUU (...) Quién nos da energía y cómo lo decidimos está en manos de las reglas de apertura y competencia de mercado”.
Mientras la moción pasa a manos de la cámara baja estadounidense, el Senado aprobó ayer una moción para limitar el poder de Trump sobre las sanciones. El mandatario, quien ha buscado mejorar la relación entre Washington y Moscú, no podría levantar unilateralmente los castigos.
Reacción en Moscú
El presidente ruso, Vladimir Putin, señaló que las eventuales sanciones son sólo un paso más en una larga lista de medidas que EEUU ha tomado en contra de su país.
“Ahora sabemos que hay otro proyecto en el Senado estadounidense para endurecer las sanciones. ¿Por qué?”, se preguntó, en un programa de televisión. “Nada extraordinario ha pasado. ¿Qué los hizo hablar de estas sanciones de la nada? Es, por supuesto, una señal de la disputa política interna en EEUU”.
Por su parte, la empresa encargada de la construcción, también llamada Nord Stream 2, señaló que “este curso de acción sin precedentes claramente apunta a debilitar la posición de un futuro competidor comercial en un mercado ya diversificado”.
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